A nivel mundial, el acoso escolar es un problema recurrente y preocupante. Durante el año 2017, en España, se registraron más de 1000 casos de bullying. A esta cifra, además, se le suman los casos que otras víctimas no reportaron por temor a represalias.
Esta realidad se repite en todos los continentes y lo más inquietante son las consecuencias psicológicas que quedan en los niños agredidos. En Estados Unidos, por ejemplo, la situación es tan grave que miles de niños entre 10 y 14 años se han quitado la vida los últimos años.
Por ello, la prevención del bullying es un aspecto fundamental tanto en escuelas como en los hogares. Como madres, debemos reconocer las causas de este problema, así como las señales de alarma que se observan en los niños acosados y en los agresores.
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Qué es el acoso escolar o bullying
Se trata de un escenario de violencia, maltrato y abuso perpetrado por menores de edad en contra de otros niños. Como su nombre lo sugiere, ocurre en las escuelas y colegios, especialmente durante las horas de recreo.
Los episodios de acoso escolar implican persecución y agresiones continuas en forma verbal o física, e incluso ambas. De este modo, los ataques comprenden:
- Golpes
- Empujones
- Zarandeos
- Gritos
- Insultos
- Amenazas
Es importante aclarar que cuando un niño es maltratado por sus padres, maestros o cualquier adulto de su entorno no se trata de bullying. El acoso escolar solo ocurre entre niños que asisten al mismo lugar educativo, por lo que cualquier otro tipo de violencia sale del contexto que estamos tratando.
El bullying se puede presentar entre compañeros de clases, así como entre estudiantes de diferentes clases o niveles. Las víctimas suelen tener entre 13 y 16 años aunque también están en riesgo los niños menores.
Quienes son acosados se suelen sentir aislados, indefensos e inferiores. Por su parte, el agresor se siente poderoso y superior al tener el control sobre las emociones y el comportamiento de su víctima.
Causas del acoso escolar o bullying
Las causas del acoso escolar están ligadas al deseo de agredir de algunos niños y al placer que sienten al hacerlo. Esta situación no es normal. Sin embargo, es probable que estos niños agresores hayan vivido situaciones familiares y personales que los lleven a cometer estos actos.
En el plano familiar, el niño puede estar sometido a constante maltrato por parte de su padre o madre. También es posible que sus padres se traten con violencia o que sea víctima de acoso por parte de un hermano mayor.
En relación a sus experiencias personales, el niño pudo haber vivido acoso por parte de otras personas de su entorno. Además, existe la posibilidad de que maltrate a otros para tener la aprobación social de sus amigos. Esto ocurre cuando se siente inferior y necesita reivindicarse de alguna forma.
Todas estas situaciones pueden hacer que tenga un comportamiento agresivo en la escuela.
Signos de que un niño sufre acoso escolar
Cuando un niño sufre de acoso escolar o bullying suele presentar ciertas señales de alarma. Las más comunes y notables son:
Cambios psicosomáticos
Cuando un niño es víctima de acoso presenta:
- Falta de sueño
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Debilitamiento
- Sensación de asfixia
- Palpitaciones fuertes
- Falta de apetito
- Temblores
Estos síntomas suelen ser motivo para consultar al médico. Sin embargo, el especialista no encontrará una razón física que los explique. Es entonces cuando hay que preguntarle al niño si está viviendo una situación perturbadora a nivel psicológico.
Cambios de comportamiento
Cuando los niños sufren agresiones constantes, su forma de ser cambia. Es probable que ocurra lo siguiente:
- No quiere ir al colegio
- Se aísla
- No quiere hablar con su familia o sus amigos
- Está nervioso sin razón aparente
- Va a casa inmediatamente después de salir de clases
- Falta con regularidad a sus clases
- Deja de hacer las actividades que más le gustan
- Baja su rendimiento académico
Generalmente, vuelve a la normalidad durante el fin de semana, pero se aísla de nuevo a partir del lunes. Muchos padres no identifican con facilidad estos cambios, ya que consideran que son propios de los adolescentes.
Señales físicas
Existen ciertas señales físicas que alertan a los padres. Estas pueden ser:
- Artículos escolares rotos o perdidos
- Que el niño pida dinero con frecuencia
- Moratones, en los peores casos
Consecuencias del acoso escolar o bullying
Las consecuencias del bullying dependen del tipo de abuso al que estuvo sometida la víctima y la duración de la agresión. No obstante, suelen expresarse las siguientes:
- Actitud pasiva
- Problemas de alimentación
- Miedo constante
- Baja autoestima
- Temor a tener nuevas amistades
- Problemas de atención y acatamiento de normas
- Problemas para mejorar el rendimiento académico
- Ansiedad y depresión
- Trastornos emocionales
- Problemas para relacionarse y hacer amistades
Consejos para prevenir el acoso escolar
- Crea un ambiente de confianza y alegría en el hogar para que el niño sienta la libertad de expresarse sin problemas.
- Asigna tareas con las que los niños y adolescentes aprendan sobre responsabilidad y autoestima.
- Estate atenta al comportamiento de tus hijos. Sobre todo, antes de ir al colegio y al regresar a casa.
- Habla con tus hijos con regularidad para que sientan empatía y confianza con sus padres.
- Enséñale a tus hijos a expresar sus sentimientos y emociones sin restricciones.
- Asegúrate de inculcarles tolerancia y respeto, además de elimitar comportamientos y actitudes negativas.
De este modo, no solo evitarás que tu hijo sea acosado en la escuela. También prevendrás que abuse de otros niños.
Perfil del acosador escolar
El agresor muestra ciertas señales de su comportamiento abusivo. Su actitud se caracteriza por:
- No tener empatía
- Ser violento, agresivo e irritable
- Ser impulsivo y amenazante
- Tener un bajo rendimiento académico
- No autocontrolarse
- Tener habilidades de liderazgo
- Ser desobediente y hacer bromas de mal gusto
- Retar a figuras de autoridad como padres o maestros
El acoso escolar o bullying es una situación peligrosa y angustiante que puede perjudicar de manera permanente a los niños y adolescentes. Es por esto que debes tomar precauciones y estar alerta ante el comportamiento de tus hijos.