Llega el verano y un aliado inseparable es la crema solar. En la playa, en la piscina, en la montaña… Cuando el Sol aprieta vayas donde vayas es conveniente aplicarse algún protector. Pero, ¿te has parado a pensar alguna vez en la composición de tu crema solar?
Es probable que no. La compras, te la aplicas y la guardas. Como es un protector solar se supone que solo puede ser beneficioso para nuestra piel en largas exposiciones al Sol. Pero, ¿es igual de beneficiosa para el medioambiente?
La respuesta es no. Una crema solar contiene entre sus ingredientes compuestos químicos como oxibenzona y octilmetoxicinamato, muy contaminantes para el entorno marino y sobre todo para los arrecifes de coral.
Es por eso, que recientemente en Hawai el parlamento ha prohibido la venta de productos que entre sus ingredientes contengan estos agentes químicos que hemos mencionado y que es habitual encontrarlos en las cremas solares.
En España los estudios demuestran que la contaminación química en las playas de la costa mallorquina derivadas de la utilización de cremas solares, perjudiciales, sobre todo, para los arrecifes de coral. Al final todos los ingredientes de estos protectores, contaminantes y no, se acaban diluyendo en el agua y afectando así en mayor o menor medida a la flora y fauna marina.
Crema solar biodegradable, una alternativa ecológica
La buena noticia es que existen alternativas como la crema solar biodegradable. ¿Las conocías? ¿Cómo es su composición?
La crema solar biodegradable está compuesta únicamente por un filtro solar físico o mineral en lugar de químico u orgánico como los protectores convencionales.
Un filtro solar físico tiene efecto pantalla, actúa reflejando la luz, podemos decir que es una especie de escudo en el que los rayos de Sol retoban. En cambio, un filtro solar químico recoge la energía solar y la transforma haciéndola inofensiva para la piel.
Así, la crema solar biodegradable está formada por filtros físicos que en la mayoría de los casos suelen ser óxido de titanio y óxido de zinc y otros componentes que no suponen ningún peligro para el medioambiente.
El protector solar biodegradable en el contacto con el agua se degrada rápidamente sin dejar rastro que pueda afectar al ecosistema, mientras que la crema solar convencional contiene aceites cuya descomposición es más lenta y perjudicial.
Sí es cierto que la sensación de untuosidad es diferente pues las cremas solares biodegradables no son una mezcla perfecta al ser más densas. Es por eso que raras veces encontramos en el mercado un protector biodegradable de 50.
En la actualidad, la preocupación por el medioambiente está llegando a ámbitos como la cosmética donde cada día encontramos nuevos productos naturales que velan por la protección del entorno.
Así que ahora que conoces el impacto ambiental que pueden tener las cremas solares convencionales, lee bien el etiquetado donde indica su composición y evita ingredientes perjudiciales para la flora y fauna marina.