Como sabes, los niños son como esponjas: absorben todo lo que oyen y ven. De ahí que su tierna infancia sea el momento idóneo para sembrar en ellos todas las semillas que quieres que florezcan en un futuro. Con esta metáfora tan primaveral nos estamos refiriendo a que es esencial que, entre otros asuntos, sepas cómo abordar el tema de las finanzas con ellos.
La educación financiera para los niños es tan importante como otras materias. Si ya tienes peques correteando por casa o estás planteándote seriamente formar una familia con tu pareja, este tema te interesa.
Enseñar educación financiera a los hijos es más sencillo de lo que parece. A partir de los 3 años, los peques ya pueden comprender algunos conceptos, como qué es eso del dinero. Poco a poco y según su desarrollo cognitivo lo vaya permitiendo, habrá que ir incorporando hábitos relacionados con el ahorro. ¿Cómo hacerlo? Si estás hecho un mar de dudas, te dejamos unos cuantos consejos para que las finanzas se conviertan en una asignatura troncal en casa.
1. Aborda las finanzas desde una perspectiva divertida
Seamos honestos. Las finanzas no se caracterizan precisamente por ser una fiesta loca. Sin embargo, sí es posible disfrazarlas de la cosa más divertida del mundo para captar el interés de los niños. Con los más pequeños, puedes empezar inculcándoles la responsabilidad básica de no perder el dinero. Hazles entender que el dinero no sale al tuntún del cajero, sino que este es como una especie de hucha gigante donde las personas guardan sus monedas.
La educación financiera para niños pasa también por que comprendan que el dinero es el resultado del trabajo de los mayores. De este modo, irán entendiendo que las recompensas están vinculadas al esfuerzo.
2. Enseña a ahorrar
Toda infancia está unida irremediablemente a la mítica hucha con forma de cerdito, así que tu hijo no podía ser menos. Después de hacer las presentaciones correspondientes, enséñale la importancia de ahorrar dinero.
Para ello, fija un objetivo, como la compra de un juguete. Posteriormente, anímale a ir echando monedas cada semana. Hasta que no reúna el montante necesario, no podrá utilizar el dinero almacenado en la hucha.
Con esta fórmula, el peque aprenderá la importancia del ahorro para conseguir ciertos propósitos y cuánto tiempo se tarda en alcanzarlos.
3. Habla de las ventajas de ahorrar
A priori, parece que el dinero no es el tema de conversación más apropiado para hablar con un niño. No obstante, mostrarle las ventajas de ahorrar es del todo adecuado, de modo que vayan adquiriendo hábitos sanos. Aunque el dinero no dé la felicidad, es importante explicarles que el ahorro facilita la obtención de los artículos que desean. Eso sí, el dinero no es infinito y, si ahorran para una cosa, es probable que no tengan para otra.
4. Involúcrales en las decisiones de compra
Una actividad práctica que, además, puede resultar muy entretenida es aplicar los conceptos aprendidos en la vida real. Por ejemplo, en un supermercado. Establece un presupuesto y pídeles que te ayuden a escoger los artículos, sin salirse de él. Los niños se lo tomarán como un juego y disfrutarán de lo lindo.
Incluso, si quieres darles un extra de motivación, anímales a que encuentren un juguete cuyo precio sea inferior a cierta cantidad. Si lo encuentran, es suyo.
5. Juega con ellos
Hay juegos muy didácticos como Hotel o Monopoly con los que todos hemos crecido y que suponen un excelente primer contacto con el excitante universo de las finanzas. Mientras adquieren calles, edifican casas u hoteles o cobran al resto de jugadores por pisar su propiedad, los niños se irán familiarizando con conceptos como compras, hipotecas, quiebras o impuestos. O sea, ¡con el mundo real!
6. Deja que cometan errores
Cometer errores te hace aprender de ellos (y no, no solo es una frase que suena muy bien). Por este motivo, es aconsejable permitir a los niños que se equivoquen o que incurran en una compra innecesaria. Es la única manera de que aprendan a ser responsables y a no dejarse llevar por impulsos la próxima vez. Para que se conviertan en pequeños ahorradores, quizás primero tengan que pasar por la fase de derrochadores. No pasa nada, todos lo hemos sido un poco alguna vez.
He aquí algunos consejos para apostar por la educación financiera para niños. Toma nota de ellos para que se eduquen en el consumo inteligente y se transformen en unos cracks del ahorro.