Con París ocurre que aunque no hayas estado parece que sí. Nombres como la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, el Museo del Louvre o los Campos Elíseos nos son tremendamente familiares. Pero no solo eso, sino que también somos capaces de visualizar todos estos rincones en nuestra mente sin haber estado frente a ellos nunca jamás.
Algo tendrá que ver que el destino más visitado del mundo sea precisamente la capital del país vecino. Así que aquí estás tú, a punto de viajar a la ciudad más romántica y mágica de Europa. Por fin has encontrado un hueco para conocerla, aunque sean menos días de los que se merece. ¿Cómo afrontar un viaje a París en solo dos días? Visitar las maravillas principales de la capital francesa es posible en una escapada relámpago. ¡Anota estos tips!
Día 1: Paseo por Montmartre + Ópera de Garnier + Le Marais + Catedral de Notre Dame
El primer día en París arranca en uno de los barrios más pintorescos y célebres de París. Montmartre es conocido como el distrito de los pintores, especialmente por la coqueta Place du Tertre, donde decenas de ellos exhiben sus lienzos y creaciones ante la atenta mirada de los transeúntes. Esta plaza es uno de los iconos de París. Flanqueada por coquetas cafeterías típicas francesas (a cuál más bonita), se halla a solo un paso de otro de los emblemas de la ciudad del amor: Sacré-Coeur. Por su localización en lo alto de una colina, la basílica ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad. La entrada es gratuita, si bien hay que pasar por un control exhaustivo de seguridad.
Sin perder de vista el horizonte de París, puedes ir descendiendo las escaleras y sumergirte de lleno en Montmartre. Por supuesto, no te pierdas el emblemático Moulin Rouge, mucho más impresionante de noche que de día. En Montmartre también se localiza Café des Deux Moulins, más conocido como El Café de Amelie. Si eres fan de esta película, será todo un hallazgo.
Para llegar a la Ópera, puedes ir dando un agradable paseo. Por el camino, pasarás por las suntuosas Galerías Lafayette. Aunque no tengas pensado comprar nada, entra y echa un vistazo a la impresionante cúpula acristalada.
Al cabo de poco tiempo, llegarás a la famosa Ópera de Garnier. Este edificio fue construido a mediados del siglo XIX por encargo de Napoleón III. Visitar el interior bien merece la pena, pero ¡cuidado! porque cierra bastante pronto, a las 17.00 horas.
Si te gusta andar, continúa hasta que adentrarte en Le Marais, uno de los barrios parisinos de moda. El corazón de este lugar es la Place des Vosges, una plaza elegante que está considerada la más antigua de París. En este barrio también se encuentran otros rincones de interés como el Centro Pompidou, un espacio dedicado al arte moderno cuya fachada de carácter industrial no pasa desapercibida y la histórica Place de la Bastille, por siempre ligada a la Revolución Francesa.
Para poner la guinda al primer día, acércate a la flamante Catedral de Notre Dame, que se yergue junto al río Sena. Construida entre los siglos XII y XIII, constituye todo un símbolo en París. El escritor francés Víctor Hugo se inspiró en este templo gótico en su novela Notre Dame de Paris, centrada en la historia del jorobado más famoso de todos los tiempos: Quasimodo.
Día 2: Museo del Louvre + Campos Elíseos + Torre Eiffel + Barrio Latino
El segundo día debe comenzar temprano, ¡pues hay mucho por hacer! Lo primero es tomar el metro hasta la estación de Louvre-Rivoli. El Museo del Louvre es uno de los más importantes del mundo, de ahí que al visitar París sea una de las citas ineludibles. Por falta de tiempo, es probable que no puedas detenerte todo lo que te gustaría. Un tip para entrar más rápido es hacerlo a través del centro comercial situado justo al lado del metro. El tiempo de espera es ostensiblemente menor que si accedes por la Pirámide. ¿Qué no puedes perderte? Por supuesto, La Gioconda, de Leonardo da Vinci. Seguro que nunca habrás visto a tanta gente alrededor de un cuadro. Tampoco, La Victoria de Samotracia, La Venus de Milo, El Escriba Sentado o La Libertad guiando al Pueblo, entre tantas otras obras.
Desde El Museo del Louvre arranca un hermoso paseo a través del Jardín de las Tullerías y, posteriormente, hacia la icónica Avenida de los Campos Elíseos. El destino final es el Arco del Triunfo, construido por orden de Napoleón Bonaparte con el objetivo de ensalzar las victorias del ejército francés.
El siguiente lugar a visitar en París es el parque Champ de Mars o Campo de Marte, donde podrás contemplar la Torre Eiffel en todo su esplendor. Atraviésalo hasta llegar a la base del icono francés por excelencia. Muy recomendable es sumir hasta la cima, para lo que es conveniente haber comprado previamente la entrada por Internet. Hay quienes se conforman con ascender a pie los más de 600 escalones que separan la base de la primera planta y quienes aspiran a llegar a lo más alto, hasta la cumbre, pero en ascensor. Las vistas de París compensarán la larga espera y el gélido viento que pueda correr en los meses de invierno.
Si te das prisa, antes del atardecer, puedes alcanzar los cercanos Jardines del Trocadero. Ver caer el sol y cómo la Torre Eiffel va encendiéndose poco a poco es una de esas experiencias a vivir en tu viaje a París.
Para rematar el día, adéntrate en el Barrio Latino. En los alrededores de la Rue Saint Severin hay numerosos restaurantes donde cenar fondue, raclette o la fabulosa sopa de cebolla francesa a precios de lo más asequibles.
Y hasta aquí esta guía para visitar París en 2 días. Está claro que la capital francesa requiere mucho más tiempo, pero recuerda que siempre estará ahí para verte volver.