Muchas personas están tan inmersas en sus preocupaciones, necesidades y problemas que no disfrutan lo que viven en el momento. Y aunque están presentes físicamente en un lugar, su mente y su atención no.
En cambio, quienes disfrutan plenamente de su presente tienen control sobre los pensamientos y las emociones que suelen invadir su mente día a día. De esta manera, enfocan su atención en lo que viven y saben cuándo ocuparse de sus deberes y preocupaciones sin que ello influya en otros momentos de su vida.
Por ello, se dice que el poder de vivir aquí y ahora radica en alinear el plano físico con el mental, de modo que el interior se conecte con el entorno. Esa conexión genera paz, tranquilidad y armonía, y nos hace valorar la grandeza del presente.
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Qué simboliza vivir aquí y ahora
Vivir aquí y ahora implica estar consciente de lo que pasa a tu alrededor, y estar abierta a sentir y experimentar ese momento tal y como es. También es aceptar lo que sientes sin reprimirte, limitarte o juzgarte.
Por otra parte, se relaciona con entender que el pasado ya pasó. Todos sabemos que dejar el pasado atrás es esencial para vivir el presente. Aprende a sanar viejas heridas, perdonar, liberarte de culpas y rencores generados por eventos pasados. Mientras sigas llevando con esa carga, no podrás disfrutar el presente.
De igual forma, es necesario entender que el futuro es incierto. Y por ello, de nada vale pensar una y otra vez qué pasará, qué harás, qué dirán. Estos son pensamientos abrumadores que se roban tu paz interior y te perturban. No te angusties por el mañana, enfoca tus energías en el día de hoy y lo que estás viviendo.
A fin de cuentas, lo único que verdaderamente se tiene es el presente, el aquí y el ahora.
Cómo vivir aquí y ahora
A veces atravesamos por situaciones tan complejas que vivir el aquí y el ahora se convierte en una tarea difícil. Sin embargo, debes saber que este cambio de mentalidad requiere de tiempo y esfuerzo.
Lo mejor sobre el proceso es que cuando consigas controlar tu mente y centrar tu atención en el presente, los problemas ya no parecerán tan grandes y te sentirás más plena. Como primeros pasos, sigue estos consejos:
No regreses al pasado
Disfruta de lo que vives. No te distraigas con pensamientos negativos que solo buscan distraerte de tu maravilloso presente. Cuando te sorprendas sufriendo por algo del pasado, piensa en todo lo que dejas pasar mientras sigues anclada a un hecho que no puedes cambiar.
Permítete vivir cada momento como si fuera el último. Deja atrás todos esos rencores, amarguras y desdichas que solo te causan tristeza, enojo y desánimo. No te aferres al pasado, déjalo ir. El pasado ya pasó, ahora solo te queda seguir adelante, y disfrutar al máximo lo que te ofrece el día de hoy.
Conéctate con tus emociones
Una de las claves para vivir aquí y ahora es no tener sentimientos acumulados en el corazón.
Todos pasamos por momentos de tristeza, felicidad, dolor, miedo, o angustia. Y es importante expresar esas emociones sin miedos ni prejuicios. Disfrútalas y abrázalas mientras estén contigo y déjalas ir para darle la bienvenida a nuevos sentimientos.
Si sientes ganas de llorar, gritar, patalear o simplemente sonreír; hazlo, no te lo niegues. Afronta esas emociones para sentirte libre y satisfecha contigo misma. Cada vez que conectes con tus emociones, serás más sensible ante lo que pasa a tu alrededor y podrás comprender que hay cosas que escapan de tus manos.
Ten en cuenta que no siempre puedes ser fuerte o estar alegre. Date el espacio para sentir, expresar y liberarte de las emociones que generan las situaciones que vives ahora.
No planifiques todo
Sabemos que planificar y aspirar a lograr grandes cosas es crucial para el desarrollo y la evolución de cada persona. Sin embargo, no puedes vivir planificándolo todo. En primer lugar, no todo saldrá como lo planeaste; y en segundo lugar, algunas de las mejores cosas de la vida suceden de manera espontánea.
Cuando planeas cada paso que das, solo te obsesionas con el futuro y lo que podría pasar. Esta situación incluso puede generar ansiedad y estrés, especialmente cuando aparecen obstáculos en el camino que frustran los planes que habías concebido.
No queremos decir que está mal hacer planes sino que es necesario aceptar que hay cosas que no podemos controlar. Siempre habrá imprevistos, y es entonces cuando debemos estar listas para hacer los ajustes que sean necesarios sin pensar en lo que pudo ser.
Piensa menos y siente más
Los pensamientos pueden llegar a ser sumamente molestos, pero tener la mente completamente en blanco es casi imposible. Tu mente se mantiene siempre activa, y genera pensamientos por cualquier cosa. Esta situación te distrae por completo de lo que vives y haces.
Por esta razón, te aconsejamos enfocar la mente en el entorno. Permítete disfrutar de una experiencia con todos tus sentidos. Si estás en un restaurante, enfócate en el olor, el sonido del lugar, el buen aspecto de tu plato, y sobre todo degústalo. Vive el momento y la experiencia, por más simple y cotidiana que sea. Mantén tu mente en el aquí y el ahora.
Busca momentos libres
No todo puede ser trabajo, hogar o estudios, date un tiempo para ti. Planifica una salida a la playa, a un parque, admira el paisaje, disfruta del aire fresco y rodéate de la hermosa naturaleza. Date momentos para no hacer nada, para estar en paz y tranquilidad.
Este simple ejercicio te ayudará a vivir aquí y ahora. Podrás apreciar mejor lo que te rodea, y todo lo que puedes disfrutar. Estar en un lugar al aire libre te da la posibilidad de meditar y respirar.
Permítete momentos para desestresarte y estar contigo, sin pensamientos negativos, sin pasado tormentoso, y sin futuro preocupante. Concéntrate en el hoy y vívelo al máximo.