Desde hace unas décadas están entrando con fuerza y ganando muchos adeptos distintos tipos de yoga, alternativos al la modalidad tradicional de las posturas estáticas (el conocido como hatha yoga). Uno de ellos es el Kundalini yoga.
Aunque es una ciencia ancestral (y no una religión) proveniente de India y zonas aledañas, quien le otorgó su máximo desarrollo y difusión fue el maestro Yogui Bhajan.
El kundalini yoga no es un subtipo de yoga, sino el yoga primigenio. Es como el tronco de un árbol del que nacen las ramas, que vendrían a ser los distintos senderos yóguicos (o subtipos de yoga) que se pueden recorrer para elevarse física, mental y espiritualmente.
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¿En qué se basa el kundalini yoga?
El fundamento de esta disciplina es despertar y elevar la energía kundalini, una fuerza primordial que, según los entendidos, se halla dormida en la base de la columna vertebral (primer chakra) de todo ser humano.
La energía kundalini o kundalini shakti
La energía kundalini es el potencial creativo latente en cada persona. En la cultura hinduista se la representa como una serpiente enroscada en la base del sacro donde se halla el soporte de raíz o muladhara chakra.
Una vez que esta energía despierta va elevándose por la columna vertebral y purificándose a través de los chakras (o núcleos de energía) que en ella se encuentran. De esta manera, también se eleva progresivamente el grado de conciencia y plenitud personal.
Cuando la energía kundalini alcanza el núcleo de energía situado en la parte superior de la cabeza (sahasrara chakra) se alcanza la plena realización en los planos físico, mental y espiritual.
Los ríos de energía o nadis
La energía kundalini, una vez que empieza a despertar, necesita de canales para transitar y elevarse. Estos canales se conocen como nadis, que discurren sutilmente por todo el cuerpo, y a través de los cuales fluye el prana o energía del universo que se capta a través del aire y de todo lo que perciben nuestros sentidos.
De los miles de nadis que se distribuyen por nuestro cuerpo, tres son los más importantes: sushumna, ida y pingala, pues a través de ellos, que se encuentran en la columna y en la cabeza, se eleva y discurre la energía kundalini.
¿Qué métodos se utilizan en el kundalini yoga?
El maestro Yogui Bhajan declaraba que los métodos del kundalini yoga son una “tecnología”, porque aplicándolos correctamente siempre se obtienen resultados.
Los distintos senderos yóguicos o subtipos de yoga nacen y confluyen en el kundalini yoga. Por tanto, se realizan técnicas de raya yoga, shakti yoga, nada yoga, bhakti yoga y tantra yoga, entre otros, basados en los pilares del texto Yoga Sutra, de Pantayali (Siglo III a.C.).
Una clase de kundalini yoga
En una sesión de esta disciplina, de aproximadamente hora y media, se desarrolla una kriya o conjunto de ejercicios, generalmente dinámicos, enfocados a una o varias finalidades que el monitor las menciona al empezar la clase. Los ejercicios de la kriya pueden incluir asanas o posturas, pranayama o técnicas de respiración, mudras o posturas de manos y dedos, mantras o vocalizaciones con sonidos que elevan la consciencia, etc.
Para finalizar la clase se realiza una meditación kundalini. Según la kriya desarrollada, el monitor indicará la postura (generalmente sentado son las piernas cruzadas, o postura de loto) y el tipo de meditación a realizar.
Las meditaciones suelen durar de 10 a 20 minutos y pueden ser en silencio, con un tipo determinado de respiración, escuchando y vocalizando un mantra, o visualizando mentalmente, y con los ojos cerrados, un punto en el centro del entrecejo.
¿Por qué practicar kundalini yoga?
Las personas que se acercan al yoga, generalmente lo hacen empezando por clases de hatha yoga, el más conocido y popular yoga de las posturas estáticas. Sin embargo, a mucha gente esta modalidad le resulta poco gratificante, pues no consiguen acallar su diálogo interior, concentrarse, relajarse o meditar, y terminan abandonando toda la práctica.
Efectos positivos desde el inicio
El kundalini yoga, es una disciplina tan amplia, variada y dinámica que potencia la concentración a través de múltiples recursos físicos, mentales y espirituales, con lo cual, los resultados son bastante impactantes a partir de la primera clase. Experimentar una sesión de kundalini yoga puede ser como darle a un interruptor y encender un flujo energético que desconocíamos que estuviera en nosotros mismos.
Movilizar la energía primordial a través del kundalini yoga es algo que lo puede hacer cualquier persona joven o mayor. Sin embargo, se desaconseja su práctica en niños menores de 12 años, y, en todo caso, los monitores realizan prácticas lúdico-yóguicas con niños para reforzar su autoestima e ir guiándolos hacia la toma de conciencia de sus pensamientos y emociones.
En cualquier caso, las clases con niños menores de 12 años son totalmente diferentes a las de adultos, pues están adaptadas a ellos, y son desarrolladas por monitores específicamente adiestrados para ello.
Gestionar emociones y equilibrarse
El control de la respiración es el camino a través del cual se llega a regular el estado mental, calmar el estrés, gestionar emociones y concentrarnos en el presente. Con las kriyas se ejercita el cuerpo y la mente, logrando un equilibrio nervioso, emocional y metabólico.
Viejas situaciones, nuevas actitudes
Con los mantras se ejercita la actitud devocional y de agradecimiento hacia nuestro ser superior, que no es una divinidad en concreto, exclusiva o excluyente, sino la conexión individual que cada persona tiene originariamente con la mejor versión de sí mismo.
La práctica del kundalini yoga nos ayuda a desarrollar nuevas actitudes, que aportan a nuestro crecimiento y evolución personal, ante las mismas situaciones.
La sensación de bienestar general y equilibrio emocional que se logra con la práctica es la manifestación fehaciente de que la energía kundalini está despertando en una persona, guiandola hacia su auténtica felicidad.