En aromaterapia, el aceite esencial de lavanda es uno de los más populares y versátiles. Su dulce aroma transmite la tranquilidad y la frescura de la naturaleza. Por ello, se utiliza para crear ambientes relajantes y disminuir la ansiedad y el estrés.

Sus propiedades tranquilizantes también ayudan en el tratamiento del insomnio y la depresión. No obstante, sus beneficios más gratos son los antiinflamatorios, antifúngicos, analgésicos y antiespasmódicos.

Gracias a su composición; este aceite, extraído de la planta Lavandula Angustifolia, surte buenos efectos para aliviar el eccema, las alergias, las náuseas, el dolor de cabeza y los malestares menstruales. Incluso, se le conoce por evitar y prevenir la caída del cabello.

Origen del aceite esencial de lavanda

El aceite de lavanda se extrae de la flor de la planta mediante un proceso de destilación al vapor. La lavanda es un arbusto leñoso de 1 metro de altura con hojas alargadas de color verde grisáceo. Sus flores crecen de un tallo largo y sus pétalos son de color púrpura azulado.

La Lavandula Angustifolia, como se le conoce científicamente, proviene de la región Mediterránea. Específicamente, de la cuenca Mediterránea Occidental, por lo que se encuentra en España y Francia con facilidad. De hecho, este último país es el mayor productor de lavanda a nivel mundial.

El nombre de esta planta se deriva de la palabra latina “lavera” que significa lavar. Esto se debe a que los romanos la utilizaban para bañarse. Incluso, hoy en día, es uno de los ingredientes más utilizados en jabones de baño, detergentes y suavizantes de ropa.

Propiedades del aceite esencial de lavanda

Las propiedades más conocidas del aceite de lavanda son las relajantes y tranquilizantes. Estas se utilizan, sobre todo, en aromaterapia donde se combinan técnicas de respiración con el suave aroma de esta planta.

Por otra parte, la aplicación del aceite de lavanda en la piel puede ser muy beneficioso; pues aclara manchas, reduce las arrugas y disminuye el acné. También es útil para fortalecer el cuero cabelludo y mejorar la digestión.

Las propiedades más destacables del aceite de lavanda lo convierten en un buen:

  • Hipotensor: relaja y disminuye la tensión cardíaca
  • Antiinflamatorio: reduce inflamaciones
  • Antifúngico y antibacteriano: previene la concentración de hongos y bacterias
  • Analgésico: alivia el dolor
  • Hidratante: retiene la humedad en la piel y alivia las asperezas
  • Antiespasmódico: calma los espasmos
  • Cicatrizante: apoyar el proceso de cicatrización
  • Diurético: contribuye en la expulsión de sal y agua del cuerpo
  • Emenagogo: estimula y regula la menstruación
  • Antioxidante: retrasa el proceso degenerativo de la piel
  • Carminativo: disminuye la formación de gases en el tubo digestivo

Lavanda, propiedades y cuidados de uso

Usos del aceite esencial de lavanda

Ansiedad

Aunque no existe evidencia científica a gran escala que sustente esta teoría, estudios médicos aislados aseguran que el aceite de lavanda reduce la ansiedad. En este sentido, respirar su aroma calma los nervios y mejora el estado de ánimo.

Insomnio

La aromaterapia con aceite esencial de lavanda promueve el sueño y combate el insomnio, ya que relaja lo suficiente como para liberar las tensiones que impiden conciliar el sueño.

Además, inhalar el aroma de la lavanda antes de acostarse aumenta la vitalidad durante el día siguiente.

Acné

Debido a sus propiedades antibacterianas, el uso frecuente del aceite de lavanda limpia los poros para prevenir el acné. Además, contribuye a desinflamar y curar los brotes existentes.

Para este fin, aplica una cucharada de aceite de lavanda en tu rostro con ayuda de una bolita de algodón. Frota suavemente haciendo círculos sobre las zonas afectadas y déjalo actuar por 30 minutos. Para mejores resultados, realiza el mismo procedimiento cada día.

Eccemas y piel seca

Cuando aparecen eccemas, es común que la piel luzca reseca y escamosa, además de producirse una sensación de picor constante. Para aliviar el malestar, es recomendable aplicar aceite esencial de lavanda debido a sus propiedades antifúngicas y antiinflamatorias.

Esta sustancia también es beneficiosa para tratar la psoriasis, pues limpia la piel y disminuye el enrojecimiento y la irritación.

Manchas en la piel

Cuando se presentan zonas hiperpigmentadas en la piel, el aceite esencial de lavanda puede ayudar a recuperar su tono natural. Solo es necesario aplicarlo de manera constante sobre las manchas oscuras.

Arrugas faciales

La aplicación de aceite de lavanda sobre las líneas de expresión actúa sobre los radicales libres, responsables del envejecimiento de la piel. Con su uso frecuente, es posible suavizar tales arrugas, pues está cargado de antioxidantes.

Además, su acción hidratante ayuda a darles una apariencia más tersa y lisa.

Dolencias inflamatorias

El aceite esencial de lavanda contiene beta-cariofileno, una sustancia que actúa como antiinflamatorio natural. Por lo tanto, aplicarlo sobre zonas inflamadas una o dos veces al día contribuye a aliviar el malestar.

Heridas y quemaduras

Si tienes una quemadura, corte, raspado u otra herida el aceite de lavanda puede ayudarte a acelerar el proceso de curación. Principalmente, porque la combinación de sus propiedades antioxidantes, analgésicas, antiinflamatorias e hidratantes facilita la sanación del tejido cutáneo.

Incluso, si la herida ya ha sanado, aplicarlo reduce y mejora la apariencia de la cicatriz.

Posibles efectos secundarios de su uso

El aceite esencial de lavanda puede causar irritación de la piel o reacciones alérgicas en algunas personas. Por ende, si experimentas náuseas, vómitos o dolor de cabeza después de usar lavanda, lo mejor es suspender el tratamiento.

Así mismo, cabe destacar que todos los usos que hemos recomendado son de aplicación tópica. El consumo de este aceite vía oral puede ser tóxico, así que bajo ninguna circunstancia debes emplearlo de esa manera.

La única forma segura de ingerir lavanda es mediante infusiones hechas con sus flores secas.

Cómo aplicar el aceite esencial de lavanda

Puedes aplicarlo directamente en tu piel utilizando bolitas de algodón o las yemas de tus dedos. Una alternativa es combinarlo con otros aceites como el de argán o el de jojoba, ya que ambos son muy buenos para la salud de la piel.

Cuando se trata de aromaterapia, una opción es rociar un poco de aceite esencial de lavanda en un paño para respirar su perfume. También es posible agregar unas gotas en un vaporizador especial.

De cualquier manera, la lavanda ofrece múltiples beneficios para la salud física y mental; por lo que esperamos encuentres en esta planta, un método natural para aliviar los malestares.