Para decidir cómo ir vestida a una entrevista de trabajo debes pensar que todo comunica nuestra imagen, y en base a ello cuidar los detalles.
Si has llegado al hito de tener una entrevista laboral, entonces ya estás a más de medio camino de conseguir un puesto de trabajo ¡Enhorabuena!
En el mercado de trabajo tú eres un producto y tu imagen forma parte del paquete, así que tienes que mostrar tu mejor versión sin dejar de ser tú misma.
Lo primero: despejar dudas
Todas las empresas o grupos de trabajo tienen un “dress code”, o forma de vestir, de acuerdo con la política empresarial, a la función que desempeña cada empleado, etc.
Si tienes dudas sobre cómo ir vestida a una entrevista de trabajo tómate el tiempo de investigar un poco cómo visten las personas que allí trabajan, y adáptalo a tu propio estilo.
Ropa acorde con la empresa…¡y con tu personalidad!
Apuesta por una imagen discreta y clásica, pero no te disfraces. Elige ropa que te haga sentir segura y que transmita una imagen de profesional capaz. Para ello elige tonos neutros como azul, blanco, negro o camel.
Si optas por usar una falda, escoge una encima o por debajo de las rodillas, y siempre ponte medias. Si optas por pantalones, deberías llevarlos siempre largos, deja las bermudas y los piratas para salir con amigas.
Para estar impecable, es preferible evitar las sandalias. Y para lograr un look equilibrado, procura elegir tacones no muy altos, ni colores chillones o con adornos llamativos.
El contacto visual es importante, y cualquier elemento que lo distraiga no aportará a la entrevista laboral. Por ello, evita los escotes pronunciados, las camisetas de tirantes y las aberturas en las faldas que dejan al descubierto la parte superior de las piernas.
La chaqueta y la americana o blazer agregan un plus de formalidad a tu atuendo cuando vistes una camiseta.
La imagen no es solo la ropa
La vestimenta adecuada es importante en una entrevista, y, al fin y al cabo, es la primera impresión. Sin embargo, cinco segundos después, pequeños pero llamativos detalles pueden no hablar muy bien de nosotros, y distraer su atención.
Las uñas
Llévalas limpias, largas o cortas, pero en condiciones de higiene. Si bien está de moda llevar las uñas decoradas, no es aconsejable hacerlo para una entrevista, decídete más bien por un esmalte sobrio.
El cabello
Con un estilo más bien neutro o discreto, debe estar limpio y bien peinado. Evita peinados muy recargados, y asegúrate de no pasarte con la laca pues se huele a distancia. Por esta misma razón, evita el perfume ya que podría no ser del agrado de quien te entrevista.
El maquillaje
La regla del “menos es más” es aquí muy válida. Intenta que el maquillaje se vea natural, aunque se note, pero no recargado. Recuerda que vas a una entrevista y no a pasearte por una alfombra roja.
Los accesorios
Tu formación y tu experiencia profesional es lo que interesa resaltar en una entrevista de trabajo. Por lo tanto, los accesorios, como joyas, bisutería o bolsos en tamaño XL, desvían negativamente la atención de quien recluta. De igual manera, y para evitar dar una imagen preconcebida, oculta los tatuajes y piercings.
Vestir bien comunica una buena imagen de ti, pero además es una señal de coherencia con la circunstancia y de respeto por quien te entrevista.