En la actualidad, se encuentra una gran variedad de opciones para comer de manera saludable y bajar de peso a la vez. Una de las más populares es la dieta paleolítica que consiste, principalmente, en la ingesta de carnes, frutas, vegetales y frutos secos.
Esta dieta tiene su origen en la forma como se alimentaban los ancestros cazadores-recolectores de la prehistoria. Los nutricionistas defensores de este régimen alimenticio aseguran que se trata de una dieta natural que disminuye los riesgos de padecer enfermedades como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Esto se debe a que se presume que los hombres del periodo Paleolítico no sufrían estos padecimientos relacionados con el estilo de vida y los hábitos alimenticios. Si estás interesada en iniciarte en esta dieta, es importante conocer cuáles alimentos debes comer y cuáles no, así como las previsiones necesarias para mantenerte saludable.
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¿Qué es la dieta paleo?
Como hemos explicado, la dieta paleo hace referencia a la alimentación que llevaban los hombres de las cavernas. Esta se constituía por plantas, raíces, frutas y carne animal. Por ello, el objetivo de esta dieta es comer de forma natural, libre de grasas y componentes artificiales.
Este plan alimenticio excluye los lácteos y las comidas procesadas, al igual que aquellas con un alto contenido de azúcar. Por esta razón, es una de las mejores alternativas para quienes padecen:
- Intolerancia a la lactosa
- Celiaquía
- Trastornos gastrointestinales
Entre las primeras personas que popularizaron esta dieta, se encuentra el gastroenterólogo Walter L. Voegtlin. En su libro “The Stone Age Diet”, publicado en 1975, explicó cómo usar este régimen alimenticio para tratar enfermedades del sistema digestivo. Además, dio una serie de normas y recomendaciones para ponerla en práctica en casa.
Más tarde, otros especialistas determinaron que la dieta paleolítica no solo ayuda a mejorar la salud del estómago y los intestinos. También promueve el bienestar general, dado que reduce los riesgos de desarrollar otros padecimientos ligados a la mala alimentación.
Alimentos indispensables de la dieta paleolítica
En la dieta paleo, se permite el consumo de todo tipo de carne animal. Entre ellas, se encuentra la carne de pollo, cordero, cerdo, pavo y res. También son permitidos los pescados y los mariscos. De hecho, los camarones, la trucha y el salmón son de los más recomendados por su gran aporte nutricional.
Otros alimentos que no pueden faltar en la dieta paleolítica son:
- Huevos
- Brócoli
- Pimientos
- Tomates
- Zanahorias
- Col rizada
- Manzanas
- Aguacates
- Arándanos
- Naranjas
- Plátanos
- Peras
- Patatas
- Boniatos
Es fundamental tener en cuenta que debes ser cuidadosa con el uso de condimentos en las comidas. Solo puedes sazonar tus alimentos con hierbas y especias naturales. Así mismo, se recomienda el uso de sal marina en lugar de la sal yodada común.
Las semillas de girasol y de calabaza son excelentes para incorporarlas en la dieta paleolítica. También son buenas opciones las nueces de macadamia, las avellanas, almendras y los demás frutos secos.
Con relación a las grasas, los nutricionistas han indicado que lo ideal es ingerir aquellas que provienen de alimentos naturales como el aguacate o el coco. De igual modo, el aceite de oliva extra virgen siempre será un gran aliado al momento de preparar ensaladas.
Cabe destacar que, con los años, se han creado distintas versiones de la dieta paleo en la que se permiten otros alimentos como el arroz y algunos granos que no contienen gluten. Incluso, se ha aceptado el consumo moderado y eventual de chocolate y vino tinto. Sin embargo, quienes se apegan a la dieta paleo tradicional no consumen estos alimentos.
Por otra parte, se sugiere el consumo de tés y sobre todo, de agua mineral. Especialmente, porque el agua limpia las impurezas del cuerpo por dentro y por fuera, además de que es la opción más simple y natural.
Alimentos excluidos de la dieta paleo
Las personas que se inician en la dieta paleolítica dejan de lado los productos procesados. Entre ellos:
- Grasas saturadas presentes en margarinas y mantequillas
- Sucralosa, sacarina y cualquier edulcorante artificial
- Aceites vegetales contenidos en la soja, el cártamo, las semillas de algodón y los girasoles
- Lácteos y sus derivados
- Harinas
- Café
Es importante no ingerir comidas que se hayan elaborado directamente en fábricas y que tengan cualquier tipo de colorantes, sabores artificiales y otros aditivos. Tampoco se debe consumir azúcar refinada ni cereales debido a que son producto industrial.
Beneficios de la dieta paleolítica
Todas las bondades de la dieta paleo se derivan del consumo de alimentos naturales. Se le reconoce por permitirle a las personas llevar un estilo de vida más sano alejado de comidas chatarras, conservantes artificiales y aditivos químicos.
Este plan alimenticio mejora la flora intestinal y alivia el estreñimiento. También es perfecto para tener un mejor control del apetito y estabilizar el colesterol, los triglicéridos y la presión arterial. A su vez, la dieta paleo proporciona una mayor tolerancia a la glucosa. Por ello, se dice que ayuda a prevenir enfermedades del corazón, obesidad y diabetes, e incluso a prolongar la vida.
Por otra parte, si se le compara con otras dietas basadas en cereales integrales y legumbres, resulta más efectiva para adelgazar. Con ella, también es posible mantenerse en forma; especialmente cuando se practican rutinas de ejercicio y se tienen otros hábitos como:
- Mantenerse en constante movimiento
- Dormir ocho horas cada día
- Tomar suficiente agua a diario
En general, la dieta paleolítica resulta muy beneficiosa para la salud de quienes la practican. Sin embargo, antes de iniciarte en este régimen alimenticio, es importante consultar al nutricionista para que evalúe tu caso particular. Sobre todo, si presentas alguna condición de salud previa. La guía del especialista te ayudará a cuidar tu salud y evitar efectos secundarios.