Muchas estarán de acuerdo con que un sofá puede ser muy útil para decorar. De hecho, este mueble puede ser el complemento perfecto para elevar la apariencia de cualquier espacio en el hogar. Sin embargo, también es un artículo que debe representar confort y refugio.
Para la familia; el sofá será el punto de reunión para conversar, ver películas y descansar. Allí, los niños harán travesuras y se dormirán. Ese mueble será testigo de nuestros momentos más agradables y de los menos gratos. Por lo tanto, es importante elegir el indicado con criterio.
Por otra parte, cuando pensamos en comprar un sofá, queremos que sea duradero. Generalmente, invertir en un mueble de este tipo resulta costoso, así que lo mejor es asegurarse de que valdrá la pena.
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Para qué necesitas un sofá
El primer paso es definir qué lugar ocupará el sofá. Ya sea en una oficina o en la sala de estar, sus características deben adaptarse al espacio. Claro que no queremos tener un sofá cama en la oficina, pues ocuparía mucho espacio y sería innecesario. Para no tomar una decisión equivocada, toma en cuenta las siguientes consideraciones:
Para la oficina
Se recomienda que tenga asientos pocos profundos y el espaldar cercano sin sacrificar su comodidad. Esto permitiría que el invitado se sienta a gusto y pueda levantarse con facilidad.
Para este tipo de ambiente formal, se recomienda que los brazos se encuentren en un nivel más bajo que el respaldo. Y si te gustaría crear un ambiente más ameno, puedes optar por un sofá ligeramente reclinable.
Para el hogar
Cuando se trata de un sofá para el hogar, sabemos que le daremos mucho más uso. Si queremos que dure toda la vida, lo fundamental es optar por un mueble de calidad. Aunque sea un poco más costoso, evitarás reemplazarlo durante muchos años y, en el mejor de los casos, quizás nunca más tengas que invertir dinero en ello.
Características de un sofá que durará toda la vida
Cuando decimos que un sofá debe ser de calidad, nos referimos a que debe cumplir con una serie de factores. Conócelos a continuación:
Bien confeccionado
Evalúa de qué material está hecho. No te dejes llevar por la suavidad de la tela o su color, la durabilidad de un sofá también se esconde en su estructura. Una madera dura como la del roble, castaño o caoba sería lo ideal.
Así mismo, verifica que las patas del sofá estén integradas a la estructura o sujetas con tornillos, tacos de madera o soportes de metal. Las grapas y pegamentos pueden ser añadiduras, pero no el soporte. Estas son poco duraderas y deterioran el armazón cada vez que se renuevan.
Mecanismos funcionales
Si prefieres un sofá reclinable o un sofá cama, asegúrate de que las aplicaciones funcionen perfectamente. No compres un sofá sin antes probarlo, recuerda que debe estar hecho para durar por años. Observa el mecanismo, hazlo funcionar, siente cómo se comporta. Si tienes dudas, prueba con otros muebles hasta que encuentres el más fidedigno.
Comodidad y tamaño
Comprueba que los asientos sean cómodos y que, al levantarte, no se quede abollado por mucho tiempo. Si es así, puede que adquiera esta forma con el tiempo. El mejor relleno es aquel que se siente agradable y recupera su forma original rápidamente.
También es necesario comprobar que tenga el tamaño adecuado para que los miembros de tu familia se sientan cómodos al usarlos. Así mismo, deberás comparar las medidas con el espacio disponible en casa. Tanto las del lugar que ocupará como las de las puertas y pasillos que atravesará para llegar ahí.
Buena tapicería
Como queremos un sofá que nos dure por mucho tiempo, lo recomendable es escoger una tela que no sea tan delicada y un color no tan evidente. Elige siempre algo atractivo a la vista y que te guste. También es bueno que combine con la decoración que ya tienes en casa para mantener el estilo.
Un truco para que tu sofá dure toda la vida es que el color y el material de la tapicería no dependa de las modas. Así, cuando la moda pase, tu sofá seguirá luciendo bien. En este sentido, un diseño sobrio y unicolor es mejor. Evita los patrones y la combinación de colores, a menos que sean tonalidades neutras.
De igual forma, materiales como el cuero sintético tampoco son recomendados, ya que tienden a pelarse con los años.
Los colores neutros nunca pasan de moda
Si ya has verificado todos los elementos mencionados anteriormente, el color es el siguiente punto más importante. Y, como sabemos, los tonos neutros son básicos en la decoración de espacios.
Un sofá de color neutro puede ser decorado con cojines, mantas y alfombras de otros colores o estampadas. Incluso, la mesa y otros elementos de la decoración pueden contrastar con el color del sofá. Todo lo que le rodea puede cambiar, pero tu sofá seguirá siendo el mismo de siempre y funcionará de maravilla.
Para elegir el color adecuado para tu sofá, considera los siguientes tips:
- Escoge un color suave si la habitación ya está decorada. Los contrastes excesivos pueden sobrecargar y achicar los espacios
- Si quieres que la habitación se vea amplia, elige el sofá de un color parecido al de las paredes.
- Diferencia el sofá del piso. Puedes añadir alfombras o asegurarte de que sus patas sean de un color diferente.
- Si tienes mascotas o niños, lo mejor es optar por un color oscuro.
- Entre los colores neutros, ten en cuenta los tonos crema, beige y gris claro. Estos son modernos y se combinan fácilmente.
Como toque final, piensa en cómo decorarás el espacio para que el sofá se vea agradable. Ten en cuenta los materiales, las texturas y los colores de todos los elementos que le rodearán. El objetivo es hacer que este nuevo mueble sea el protagonista de tu sala de estar por muchos años más.