El Dinero y la Felicidad

Desde siempre hemos escuchado que el dinero no da la felicidad, pero parece que esta afirmación no es 100% exacta. La realidad es que la ciencia se ha encargado de poner patas arriba esta creencia y ahora resulta que sí hay varias formas en las que el dinero da la felicidad. ¿En qué quedamos?

De acuerdo a la investigación liderada por el psicólogo Andrew T. Jebb de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, alcanzar cierto umbral económico nos permitirá disfrutar de un óptimo nivel de bienestar. Pero es que también gozar de mayor solvencia puede ser clave para que se den cualquiera de estas 5 situaciones, las cuales, irremediablemente, se encargarán de dibujar una sonrisa en nuestro rostro. Veamos entonces cuáles son esos 5 escenarios que harán que nuestro termómetro de la felicidad se dispare.

1. Pagando la cuenta

Existe un sueño común en todo grupo de amigos, y es que, al finalizar la ronda de cervezas, alguien se levante y exclame: ¡Yo pago! Si esa persona fueras tú, no solo harías más felices a tus compis de batallas, sino también a ti mismo, ya que te sentirás muy bien viendo cómo eres el responsable de la alegría de los demás. Son precisamente estas pequeñas cosas las que más te agradecerán los tuyos, ya sean amigos, familiares o tu pareja.

2. Teniendo más tiempo libre

En los tiempos que corren, parece que no tenemos tiempo más que para trabajar, hacer la compra y limpiar la casa. Seguro que, de tener más de 24 horas el día, harías muchas más cosas que las simples obligaciones. Quizás tendrías más tiempo para visitar a tus abuelos, quedar con amigos que hace mucho que no ves o, simplemente, para holgazanear en el sofá viendo series.

Sean cuales sean tus planes, podrían hacerse realidad teniendo dinero. Por ejemplo, para contratar un servicio de limpieza y así liberarte de esta responsabilidad o comprando un lavavajillas para no perder tiempo fregando los cacharros a mano. Pillas la idea, ¿no?

3. Haciendo una donación

No cabe discusión: sentirnos útiles en nuestro entorno es un camino hacia la felicidad. ¿Cuántas veces te ha parado un miembro de alguna ONG por la calle para que colabores? Y tú, quizás, te has deshecho amablemente de él diciéndole que, cuando tengas más dinero, por supuesto que lo harás. Aunque a él le sonará a excusa, quizás le estabas diciendo la verdad. He aquí otra forma en la que el dinero da la felicidad. Si tuvieras más dinero, probablemente podrías donarlo a alguna causa benéfica. Sin duda, es una experiencia muy gratificante saber que estamos ayudando a otros.

4. Recompensándote por el esfuerzo

Es posible que hayas tenido una semana muy dura de trabajo o en clase. Lo has dado todo de ti y, aunque estás exhausto, ha merecido la pena. ¡Pues date un capricho! Sí, te lo darías si tuvieras más dinero. A veces, el ser humano no necesita más que una simple recompensa para seguir adelante.

Esto quiere decir que podría ser suficiente con pequeños lujos como saltarte la dieta en esa pizzería tan suculenta por la que pasas cada día o comprarte cualquier otro pequeño capricho en el que llevas pensando tiempo.

5. Teniendo más experiencias inolvidables

La vida, al fin y al cabo, son experiencias. Como ya tenemos bastante con las malas, que son las que no planeamos ni, de hecho, queremos, seguro que te encantaría acumular cuantas más buenas mejor. Una grata experiencia puede ser una escapada romántica a un pueblo con encanto, aunque también una sesión de spa, cenar sushi o cualquier otra actividad que consiga hacerte echar chispas de felicidad. ¡Se te ocurrirán miles!

Seguro que además de estas cinco opciones se te ocurren muchas más cosas que harías –o que dejarías de hacer– si tuvieras una situación económica que te permitiera despreocuparte en el aspecto económico. Y si sigues pensando que el dinero no da la felicidad reflexiona sobre lo decía el gran Groucho Marx: ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!