Para las amantes de la jardinería, vivir en un lugar pequeño suele limitar el disfrute de su hobbie. Frente a esta situación, la mejor opción es instalar jardines verticales. Estas estructuras permiten que las plantas ocupen el espacio libre de las paredes en lugar de extenderse en el suelo.
Los jardines verticales se han convertido en una tendencia tan popular que incluso son utilizados para decorar las paredes externas de edificios con el fin de mejorar la apariencia de las calles. En Madrid, Barcelona, Marbella y muchas otras ciudades de España, cada vez son más los proyectos de urbanismo que incluyen jardines verticales.
En los hogares, estos jardines aportan una apariencia fresca a la decoración. Se pueden instalar tanto dentro como fuera de la casa, especialmente si cuentas con un balcón o una terraza. Las mayores ventajas de tenerlos dentro es que mejoran la calidad del aire, reducen los ruidos y refrescan la temperatura.
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Qué son los jardines verticales
Un jardín vertical consiste en un panel suspendido verticalmente que sirve para cultivar plantas. Los hay tan grandes como para cubrir la pared externa de un edificio y tan pequeños como para sembrar hierbas aromáticas en un rincón de la casa.
Algunos de ellos funcionan con hidroponia, un método de cultivo que nutre a las plantas con disoluciones minerales en lugar de tierra orgánica. Este método hace que la estructura de los jardines verticales sea más ligera, lo que es muy beneficioso cuando se trata de grandes estructuras.
Otros están diseñados para colocar macetas con tierra orgánica dentro. Estos son más pesados y por ello, son los más utilizados en jardines verticales pequeños como los que se instalan en los hogares.
También son llamados muros verdes o muros vivos debido a su apariencia natural. Y aunque parezcan una invención novedosa, los jardines verticales han sido utilizados desde civilizaciones antiguas para cultivar plantas medicinales y aromáticas.
Funciones de los jardines verticales
Embellecen los espacios
Los jardines verticales crean ambientes atractivos y acogedores. Especialmente, porque son una forma de reservar un espacio para la naturaleza en medio de un entorno urbano. Y como buena expresión de la naturaleza, las plantas transmiten un efecto calmante y relajante.
Además, sus formas y colores concentrados en una misma composición se convierten en el centro de atención de cualquier habitación.
Mejoran la calidad del aire
Los jardines verticales son filtros de aire naturales, ya que las plantas absorben el dióxido de carbono del ambiente y expulsan oxígeno. Esto conduce a un espacio más limpio y estimulante.
Refrescan los ambientes
En los meses más cálidos, las plantas ayudan a disminuir la temperatura gracias a la evapotranspiración, un proceso que consiste en la evaporación y transpiración de la humedad contenida en los tallos y hojas.
Por lo tanto, si vives en un zona calurosa, tener un jardín vertical te ayudará a refrescar tu hogar. Su instalación incluso reduce la factura de electricidad asociados al uso de ventiladores o aire acondicionados.
El efecto refrescante de los jardines verticales es aún mejor si se instala en una pared externa. De esta manera, funciona como aislante en climas calientes y fríos, por lo que el interior se mantendrá siempre con una temperatura agradable.
Reducen el ruido
Este es uno de los beneficios menos conocidos de los muros vivos. Sin embargo, puede ser muy útil si vives en una zona transitada en la que se escuchan ruidos de vehículos, personas y locales comerciales.
Cuando se instalan los jardines verticales en paredes externas, el ruido de fuera no perturba el interior de los espacios con la misma intensidad. Y tampoco se oyen tan fuertes fuera, puesto que la vegetación evita que las ondas sonoras reboten y se sigan replicando.
Por esta razón, los proyectos de urbanismo en las grandes ciudades están empezando a incorporar jardines verticales en la parte exterior de grandes edificios.
Qué plantas cultivar en jardines verticales
Si bien los jardines verticales ofrecen excelentes beneficios, no cualquier planta puede cultivarse en estas estructuras. La principal característica que debes tener en cuenta es el tamaño de la planta, dado que el espacio es limitado.
En este sentido, las mejores plantas para jardines verticales son las que se expanden poco hacia los lados. Por ello, las plantas leñosas como la lavanda no son recomendables. Estas crecen hacia los lados y hacia arriba con rapidez, además sus ramas son fuertes y será difícil mantenerlas en la forma deseada.
Por su parte, las plantas herbáceas como los helechos son más adecuadas. Sobre todo, por sus tallos suaves, que facilitan el podado y se adaptan al espacio disponible.
Otro aspecto importante es pensar en el diseño del jardín vertical como una estructura unificada. Por lo tanto, sugerimos elegir plantas que crezcan a la misma velocidad y requieran los mismos cuidados y condiciones ambientales para crecer.
Si se combinan plantas de crecimiento rápido e invasivo con otras más lentas y débiles, las primeras ocuparán más espacio y dejarán a las demás sin espacio, luz o hidratación. Además, el jardín tendrá una apariencia desordenada y poco atractiva.
De igual modo, recomendamos definir el objetivo del jardín vertical. Si quieres instalarlo solo con fines decorativos, lo mejor sería combinar diferentes plantas por su forma y color.
En cambio, si tu jardín vertical, tendrá un fin utilitario como el de crear un pequeño huerto, debes saber que las hierbas son fáciles de cultivar y mantener, a diferencia de los tubérculos y algunas verduras que necesitan más espacio para crecer.
Mejores plantas para cultivar en jardines verticales
Algunas de las plantas que se dan muy bien en muros vivos son:
- Helechos
- Bromelias
- Potos
- Drácenas
- Suculentas
- Crotones
La mayoría de los jardines verticales tienen alguna de estas plantas debido a su fácil mantenimiento y bonita apariencia. Por sus colores y formas, estamos seguros de que una combinación de estas especies lucirá increíble en tu jardín vertical.