Cuando los niños leen, estimulan su inteligencia, razonamiento e imaginación y cuanto más temprano lo hagan, mejor. Las habilidades cognitivas que desarrollan al leer les ayuda a enfrentar otras circunstancias como tomar decisiones, tener un criterio propio y resolver problemas.
Sin embargo, para los pequeños, la lectura puede ser una tarea difícil y poco atractiva. Una forma de evitar que esto suceda es poner en práctica juegos para aprender a leer, cuyas dinámicas hagan de la lectura una actividad divertida.
Usar los juegos como estrategias de aprendizaje fomenta su interés y les ayuda a captar la información con facilidad. Con el tiempo, leer ya no será una obligación aburrida sino un espacio para divertirse y aprender al mismo tiempo.
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¿Cómo son los juegos para aprender a leer?
Son dinámicas que ayudan a los niños a reconocer la forma de cada letra, sus nombres y los sonidos que emiten cuando se combinan con otras. Estas actividades se caracterizan por ser divertidas, ya que los pequeños están más dispuestos a memorizar y aprender a través del entretenimiento.
En esencia, cualquier método que haga de la comprensión lectora un proceso más alegre y ameno se considera un juego para aprender a leer. Estos pueden involucrar lápices de colores, canciones, libros sensoriales e incluso, la imaginación.
Puedes idear un juego nuevo y único en casa para tu pequeño, pero también te puedes apoyar en algunos de los que ya existen. A continuación, encontrarás unos cuantos ejemplos.
Sopas de letras
Estas han sido el pasatiempo de personas de distintas edades por años. Consiste en la búsqueda de palabras en un cuadro lleno de letras. Para los niños, las sopas de letras deben ser sencillas, pues no queremos agobiarlos ni frustrarlos.
En este sentido, lo ideal es adecuar la dificultad de la sopa de letras a la capacidad de lectura del pequeño. Si ya conoce todas las letras, pero aún le cuesta descifrar el sonido de algunas sílabas, recomendamos incluir palabras cortas como mamá, papá, oso o amigo. Y a medida que se familiarice con la actividad y mejore su lectura, añadir palabras más complejas.
Por otra parte, para los niños de menor edad, una forma divertida de enseñarles es hacerles ver las letras en su comida. ¡Una verdadera sopa de letras con pasta! Así, puedes hacer que tu pequeño conozca y diferencie cada una de las vocales y las consonantes mientras come.
Crucigramas
Los crucigramas que funcionan como juegos para aprender a leer son muy diferentes a los que vemos en los periódicos. En primer lugar, para descubrir cada palabra, no se muestran pistas escritas sino dibujos llamativos y coloridos que sirven de referencia.
Y en segundo lugar, las palabras deben ser cortas y sencillas. Como en el caso de las sopas de letras, es importante adecuar el nivel de dificultad a las capacidades del pequeño. De esta forma, se sentirá a gusto y entretenido con el juego.
Canciones y melodías
Estudios han demostrado que la música es uno de los medios más efectivos para el aprendizaje. Por ello, las canciones y melodías se han convertido en uno de los juegos para aprender a leer favoritos de los padres y maestros.
Muchas de estas canciones se basan en las vocales, el abecedario y las sílabas. Además, están conformadas por ritmos agradables y palabras fáciles de memorizar. Los niños las aprenden con facilidad y a medida que las cantan, retienen la información que contienen.
En internet, puedes encontrar una gran variedad de canciones que incentivan la comprensión de las letras y la lectura. De hecho, existen canales de Youtube que se dedican a publicar a este tipo de contenido para niños.
Acertijos y adivinanzas
Entre las actividades que se emplean como juegos para aprender a leer, destaca una que hace a los niños pensar con lógica. Consiste en un acertijo en el que se les muestra una palabra con letras faltantes.
Serán ellos los que tendrán que buscar cuáles son las vocales o consonantes correctas para llenar los espacios. Para hacerlo más divertido, se incluyen pistas como dibujos o fotografías que les ayude a resolver la adivinanza.
Las palabras elegidas para esta actividad pueden hacer referencia a:
- Caricaturas
- Colores
- Comidas
- Frutas
- Números
- Objetos del entorno
De esta manera, los niños se sentirán identificados y afianzarán otros conocimientos sobre la vida cotidiana.
Veo, veo
Otro de los juegos para aprender a leer es el famoso “veo veo”. Esta actividad es genial para que los pequeños razonen sobre el nombre de las cosas y sus letras. En esta versión, las reglas son sencillas:
- Fíjate en los objetos que están alrededor
- Elige uno y tenlo en mente
- Haz una descripción del objeto para dar pistas
- Da como referencia la letra por la que empieza el nombre del objeto
En este juego, un turno será tuyo y otro de tu pequeño. Cuando te toque decir la primera letra del nombre del objeto, el niño deberá razonar qué cosa del entorno coincide con esta característica. Y cuando sea su turno, tiene que pensar cómo se escribe el nombre del objeto que ha seleccionado.
Galletas en forma de letras
Algunas comidas y dulces pueden ser útiles para que los niños aprendan a leer de manera divertida. Unas de ellas son las galletas a las que les podemos dar forma de letras para que luego los pequeños formen palabras.
Lo mejor es que su elaboración es económica y sencilla. Además, en el mercado, puedes conseguir moldes con las letras del abecedario listos para usar. Y en su defecto, cortadores de masa para hacerlas tú misma a mano alzada.
Cuando las galletas estén listas, los niños las usarán para escribir su nombre u otras palabras sencillas. Ten en cuenta hacer suficientes vocales y repetir algunas consonantes para que se sientan libres de formar las palabras que quieran.
Lo más importante es intentar cada uno de estos juegos para aprender a leer. Especialmente, si tu pequeño es de los que se aburren con los libros y las tareas tradicionales. Así, se divertirá mientras adquiere los conocimientos básicos para agilizar su lectura.