¿Eres una de las afortunadas que empieza a trabajar? ¿Nunca antes trabajaste y no tienes ni idea de un look de oficina? Tranquila, no entres en pánico que aquí estamos para darte unos consejitos de cómo afrontar el reto de elegir ropa para ir a trabajar.
Si es el primer día, no arriesgues mucho en tu look para ir a la oficina. Decídete por tonos neutros y sobre todo presta atención al estilo que llevan tus compañeros, ya sea para coger un look afín o para decidirte por algo totalmente distinto pero acorde a tu personalidad.
¿Vestidos para oficina?
Sí, definitivamente. Porque la feminidad no está reñida con la ropa para ir a trabajar. Y porque los vestidos nos permiten llevar la misma prenda en distintas situaciones (reunión, comida o cena de trabajo), solo variando los complementos.
Sin embargo, hay que considerar que las prendas por encima de la rodilla pueden transmitir una imagen inadecuada en un ambiente de oficina. Así que es mejor evitarlas, o bien, puedes compensarlo usando unos leotardos o algo similar por debajo del vestido.
¿Me tengo que olvidar de los vaqueros?
No necesariamente. Como casi todas las prendas, los vaqueros tienen grados que van de muy informal a muy formal.
Si quieres llevar vaqueros a la oficina, es cuestión de combinarlos con un blazer que aporte formalidad al conjunto. Para ganar clase y estilo, puedes usar complementos como pañuelos de seda o similares.
Hay que calzar zapatos de tacón (que no tienen que ser taconazos y de aguja) y olvidarse de las deportivas. De lo contrario podrías cruzar la delgada línea que separa un estilo casual elegante de uno casual deportivo.
Seguir las tendencias sin renunciar a la comodidad
Es innegable que vestir pantalones aporta mucha comodidad al look de oficina. Pero si además quieres ir trendy, puedes hacerte con un traje-pantalón de estilo moderno para marcar la diferencia.
Podrías optar por diseños asimétricos o con colores contrastantes con los que luego puedas armar tres o cuatro conjuntos, variando blusas y complementos.
Cuando usas un traje-pantalón, los zapatos cobran protagonismo. Puedes llevar zapatos planos o nó, siempre que sean fuera de lo común.
Otra opción moderna y cómoda son los monos. Ya sean de manga larga o combinados con blusas, llevarlos con tacones estilizará tu figura.
Si en la oficina se requiere llevar falda puedes ganar en comodidad optando por faldas midi, o faldas ceñidas combinadas con leotardos, que te aportarán cierta libertad. Las faldas amplias asimétricas transforman nuestra silueta y transmiten movimiento.
Monocromo ¿sí o no?
El total look puede parecer aburrido, pero no lo es si sabemos agregar los complementos adecuados, en tonos contrastantes.
Si bien el color negro transmite seguridad, confianza e inteligencia hay que agregarle algo de luz con complementos en tonos claros. De lo contrario podría parecer una representación de nuestro humor.
Si el monocromo negro llega a cansarte, puedes pasarte al tono nude que aporta mucha elegancia. Combinarlos con complementos del mismo color puede ser un exceso de uniformidad, que se puede romper con toques de color en accesorios menores.