Qué difícil es comprar el billete de avión y desde ese instante sentir como la ansiedad crece dentro de ti. Pero no eres el único, ni mucho menos. Se calcula que al menos el 25% de los pasajeros siente algún tipo de aerofobia. Mientras tanto, un 5% va más allá con una ansiedad paralizante que les impide viajar.
Sin embargo, ¿Sabías que los aviones son el medio de transporte más seguro? Y es que, detrás del despegue, el vuelo y el aterrizaje hay cientos de normativas de seguridad a seguir. Pero antes pregúntate ¿De dónde puede nacer tu temor?
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Aceptar el miedo es el primer paso para superar el miedo a volar
Así es, lejos de esconder el temor, el primer paso es la aceptación. No tienes que resignarte a sentir esa sensación cada vez que debas viajar. Por mucho que disimules y trates de calmar a otros, si lo niegas nunca lo superarás. Más bien, internaliza tu inquietud y examínate ¿Cuál puede ser la raíz del problema?
¿Es que tuvo algún ser querido un accidente aéreo? o ¿Una experiencia de turbulencias aéreas te dejo marcado? Es probable que asocies el vuelo con un recuerdo negativo. Igualmente, los expertos indican que el temor puede deberse a la sensación de no tener control sobre el propio avión.
Incluso, otros miedos como la claustrofobia o la agorafobia suelen desencadenar la aerofobia. De hecho, es posible que ni siquiera subas al avión por temor a sufrir un ataque de pánico. Como fuere, la ansiedad se intensifica cuando pensamos que puede ocurrir un accidente. Pero ¿Qué posibilidades hay de que este fallo aéreo ocurra en realidad?
Conoce a lo que te enfrentarás
La verdad, mientras más conocimiento tengas del proceso detrás de la aviación, mejor te sentirás ¿Por qué? Porque solo así comprenderás lo confiables que son estas aeronaves y quienes las pilotan. Recuerda que muchas aerolíneas imparten cursos gratis sobre cómo superar el miedo a volar.
Para empezar debes saber que siempre se cuenta con dos o más pilotos altamente calificados. Estos se encargan de revisar exhaustivamente los sistemas de alerta de la aeronave. El ingeniero de vuelo también está para verificar cómo operan los motores y demás controles técnicos de mantenimiento del avión.
Además, examinan el avión desde fuera concienzudamente. Todo esto se lleva a cabo antes del despegue. Claro, nunca se parte si todos los pilotos no están convencidos del buen funcionamiento. Por su alta cualificación tienes que tener la certeza de que estas en buenas manos.
De igual forma, antes del vuelo puedes presentarte a la tripulación y hablarles de tu temor. Y ¿Qué decir de la aeronave? Está preparada para resistir condiciones climatológicas extremas, tormentas, vientos fuertes, turbulencia y más. Hasta si 3 de los motores fallasen, lo cual es muy improbable, es capaz de aterrizar con uno solo.
En los cursos contra la aerofobia, lo primero que te explican es lo que hace posible que vuele un avión. En sí, para lograr el vuelo solo se requiere alas, aire y velocidad. Las aeronaves están diseñadas con los mejores sistemas para sustentarse en estos factores. Claro, aunado al conocimiento se necesita determinación.
Decídete a vencer tus temores
Es imprescindible que te convenzas a ti mismo de que vas a superar el miedo a volar. Piensa que pase lo que pase ¡No te dejarás vencer por la ansiedad! Piensa en el avión como tu aliado en vez de tu enemigo. Reflexiona en todo lo que no podrías experimentar si no tomarás el riesgo.
A este respecto, quienes han sufrido aerofobia comentan que “nunca habrían visto tan bellos paisajes de no haberse subido”. Recuerda que, como cualquier otro tipo de fobia, es posible superar el miedo, en este caso a volar. Pregúntale a alguien de confianza que se siente al volar en avión. Las respuestas pueden ser más normales de lo que crees. Sobre todo teniendo en cuenta que la otra persona pasó por ello y sobrevivió.
Ocupa tu mente con pensamientos placenteros
De todos los trucos para superar este miedo este es el método más efectivo y duradero para superar el miedo a volar. La mente es muy poderosa y puede relacionar una sensación placentera con una vivencia. Entonces, imagínate previamente cómo será tu estancia en la aeronave. Y, una vez que tomes tu asiento, focaliza recuerdos positivos.
No importa si se trata de la primera vez que tu hijo camino o tu comida favorita. Cada persona tiene asociaciones positivas diferentes. Esto evitará que tu imaginación divague con ideas catastróficas que nunca pasarán. Más bien, detente a pensar cuanto disfrutarás al llegar a destino.
Trucos para mejorar la experiencia de vuelo
No te apegues de más a los amuletos o rituales que te dan confianza. Especialistas aseguran que ponerte cierta camisa, tomar píldoras o beber alcohol termina siendo contraproducente. Aunque te tranquilicen, el alivio solo será momentáneo. Al contrario, opta por dejar estas prácticas que solo empeoran el trastorno.
Claro, si hay medidas que puedes tomar para reducir el estrés antes y durante el viaje. Entre ellas están:
- Lee un libro de “Aviación para Dummies” o “Control emocional”.
- Haz actividades relajantes como el yoga, la natación o algún otro deporte.
- Coge un vuelo nocturno para poder tomar una siesta.
- Escoger un asiento al lado de la ventana.
- Buscar un puesto central donde hay menor vibración.
Sin embargo, no permitas que estas técnicas se vuelvan en tu contra. Si alguna de ellas o todas fallan, asegúrate a ti mismo que estarás bien. Concéntrate en el objetivo que te propusiste al tomar el avión. No importa si es visitar a tu familia, irte de vacaciones o trabajar.
Enfocarte en el resultado mejorará la situación. También evita una vida cargada de estrés, pues esto perjudica tu condición. Y si aun intentando todas estas técnicas, el pánico te supera ¡No dudes en realizaer un curso para superar el miedo a volar! “Anímate a Volar” y “Alas y Raíces” son alguno de ellos.
Ya no hay excusa para perder ese puesto de trabajo, el viaje de tus sueños o esa boda en la playa. Toma las medidas que sean necesarias para superar el miedo a volar y no te arrepentirás. Sobre todo, elude las salidas fáciles como beber o tomar píldoras para dormir. Convierte tu estadía en el avión en la mejor parte del viaje.