Parece que suena contradictorio asociar de algún modo conceptos como trabajo y libertad, ¿no crees? Pero la realidad es que sí es posible sentir verdadera pasión por lo que hacemos y, de hecho, es lo deseable, dado que aproximadamente un tercio de nuestra vida lo dedicamos a trabajar.
En este punto, es normal que nos asalten diferentes dudas: ¿qué es exactamente la pasión por el trabajo y cómo llegar a sentirla?, ¿en qué me beneficiará? En este artículo, trataremos de resolver estas y otras cuestiones.
Del trabajo a la pasión hay solo un paso
La pasión puede definirse como una inclinación intensa hacia una actividad que verdaderamente te gusta y que consideras importante en tu vida, lo que se traduce en ganas de dedicarle tiempo y energía. En línea con esta definición, podríamos aseverar que la pasión por el trabajo se relaciona con ese deseo de invertir tiempo y energía a nuestra profesión, incluso cuando hay obstáculos en el camino. No importa lo que se interponga, pues lo cierto es que disfrutamos realizando esas tareas.
Pero, ¿cómo llega a sentir alguien pasión por su trabajo? De acuerdo con una revisión titulada ¿Podemos apasionarnos por el trabajo?, efectuada por diferentes profesionales del ámbito de la psicología, “si una actividad es altamente valorada y se ha convertido en un aspecto central de la propia identidad, se convierte en una actividad que autodefine a la persona y la actividad se convierte en pasión”.
En este contexto, entraría la vocación en escena, pues solo habría que pensar en, por ejemplo, un médico que siempre soñó con ayudar a las personas y se siente satisfecho y feliz de hacerlo cada día que acude a trabajar a su consulta.
Beneficios de trabajar en algo que te apasiona
Trabajar en algo que te apasiona tiene un buen número de beneficios:
- Sentirte autorrealizada. Ya lo decía Abraham Maslow: la autorrealización es una de las necesidades humanas por excelencia. ¿Te acuerdas de su famosa pirámide?
- Ser más productiva. Está demostrado que cuando hacemos algo que nos entusiasma de verdad, nos sale mejor.Estar más motivada. La motivación es el motor que te mueve a conseguir los objetivos.
- Sufrir menor estrés. Cuando algo te gusta, el tiempo se te pasa volando. Estás tan cómoda que el estrés es una palabra que no se halla en tu diccionario.
- Ser libre. El exceso de obligaciones y de tareas que no nos interesan está bastante alejado del significado de libertad y felicidad.
Cómo saber qué es lo que nos apasiona
Quizás estés pensando que la teoría está muy bien, pero ¿cómo saber que sentimos pasión por el trabajo? Básicamente, se sabe porque:
- Estás tan contenta ejecutando tus actividades que ni necesitas mirar el reloj.
- Incluso si no fueras remunerada por ello, lo seguirías haciendo, pues es como un hobby.
- Experimentas una profunda sensación de bienestar.
- No te importa quedarte un poco más de tu hora para terminar algo pendiente.
- Suena el despertador, pero estás de buen humor y con ganas de que empiece el día.
Cualquiera de estos indicadores te puede ayudar a detectar si tu trabajo es el que siempre habías soñado o no. Es posible que el hecho de que te proporcione ingresos estables se convierta en un argumento de peso, pero recuerda que no es el único. ¿Realmente estás dispuesta a cargar el resto de tu vida con un trabajo que no te apasiona?