En cualquier ámbito de la vida, es común toparse con personas que nos generan conflictos internos y malestares psicológicos después de interactuar con ellas. Esto se debe a que su personalidad, acciones y comentarios están cargados de un pesimismo que termina deprimiendo nuestra energía interior.
Estas son las llamadas “personas tóxicas”, y aunque el término puede sonar grotesco, es una categoría ampliamente estudiada por la psicología. Se utiliza para señalar el comportamiento perjudicial de ciertas personas.
De acuerdo con los psicólogos, para reconocer quiénes son personas tóxicas se consideran los efectos que genera su forma de ser en los demás. Y a pesar de que no siempre es fácil identificarlas, guardar distancia es la única forma de protegerse de sus influencias.
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Quiénes son personas tóxicas
Las personas tóxicas están cargadas de pensamientos negativos, por lo que es usual que hagan críticas, se quejen y hablen mal de otros a sus espaldas. También tienden a ser egocéntricas y a considerarse mejores que los demás.
Por ello, cuando atraviesan por un problema o una circunstancia difícil, se victimizan y no aceptan la culpa de sus acciones. Debido a su actitud, estas personas no sienten empatía ni son felices.
En psicología, a esta forma de ser se le conoce como “comportamiento tóxico”; ya que, de cierta manera, envenenan a quienes le rodean. Para su entorno, una persona tóxica es una carga. Su pesimismo, egocentrismo, infelicidad y victimización constante genera agotamiento psicológico y malhumor.
Lo más recomendable es evitar relacionarse con estas personas. Sin embargo, muchas veces no es tan fácil, pues la persona tóxica puede ser un familiar o un compañero de trabajo. En estos casos, lo mejor es limitar la interacción a lo justo y necesario.
Cómo reconocer a las personas tóxicas
Para identificar a las personas tóxicas, es necesario prestar especial atención a sus acciones. En general, estas personas se distinguen del resto porque:
- Se quejan y protestan por todo
- Son egocéntricas, por lo que hablan de sí mismas y se consideran superiores
- Son incapaces de ser autocríticas
- Se victimizan para evitar reproches y reclamos, así como para culpar a alguien más por sus acciones
- Son poco empáticas, así que no les interesa los sentimientos y los pensamiento ajenos
- Son mentirosas y manipuladoras
- No se disculpan por sus errores
- Mantienen una visión pesimista sobre cualquier situación
- Sienten envidia de los demás
- No son verdaderamente felices, ni se sienten a gusto con su vida
Aunque cualquier persona puede actuar de esta manera eventualmente, una persona tóxica lo hace constantemente. Es decir, este comportamiento se convierte en su estilo de vida y por ende, repercute negativamente en su entorno.
Consecuencias de convivir con personas tóxicas
Quien establece una relación con una persona tóxica suele sentirse agotado psicológicamente, pues tiene que lidiar con un comportamiento cargado de pesimismo y sentimientos negativos.
Las personas tóxicas llenan a los demás de responsabilidades y frustraciones que no les pertenecen. También acentúan sus debilidades y miedos mediante sus críticas y manipulaciones. Si no se controla, esta situación afecta la salud mental y el estado de ánimo en gran medida.
Para ayudarte a reconocer los efectos perjudiciales de las personas tóxicas en tu vida, toma en cuenta las siguientes consideraciones:
Una persona tóxica te hace sentir culpable
Este tipo de personas tiene la costumbre de criticar y hacer reproches. Incluso, de la manera más sutil para hacerte creer que lo hace por tu bien. Por ende, cuando algo no resulta como planeaste, es probable que te culpe por ello.
Esto ocurre porque una persona tóxica te hace sentir que tus decisiones y acciones no son acertadas. De esta manera, afianza tus debilidades y debilita tu autoconfianza.
Con el tiempo, te hace sentir culpable por las cosas que le suceden, ya sea porque no la apoyas lo suficiente o no le prestas la atención que necesita. Cada vez que no complaces sus caprichos es una oportunidad para hacerte sentir culpable de sus pesares.
Hacer caso a comentarios tóxicos te aísla
Una vez reforzado el sentimiento de culpabilidad, la siguiente etapa a la que te lleva una persona tóxica es el aislamiento. En este punto, crece una sensación de inseguridad y dependencia de esta persona hacia ti.
Es usual que exija toda tu atención y te reclame el tiempo que pasas con otras personas. Es probable que también te diga que no debes estar con ellas y las descalifique para justificar su opinión. Con estas acciones, te sentirás expuesta y avergonzada, por lo que comenzarás a alejarte de tu círculo social.
Para evitar cometer este error, es fundamental entender que las personas tóxicas buscan satisfacer sus necesidades particulares sin importar el daño infringido a los demás. Por lo tanto, aconsejamos que establezcas límites y les hagas saber tu inconformidad.
Interactuar con una persona tóxica te mantiene estresada
Esta es una de las consecuencias que tiende a pasar desapercibida si no tomas las previsiones adecuadas al relacionarte con una persona tóxica. Después de tener una conversación con esta persona, es común que sientas sus problemas como propios.
También, que absorbas toda su energía pesimista acerca de los problemas cotidianos como la economía, la carga de trabajo o las preocupaciones familiares. Ello contribuye a que percibas que tienes la responsabilidad de solucionar tales conflictos.
A esta situación; se le suman las dudas, los cuestionamientos y las críticas sembradas por la persona tóxica. Por consiguiente, terminas en un estado de estrés y agotamiento psicológico severo.
En todos los aspectos de la vida, tanto el laboral como el personal, la influencia de las personas tóxicas disminuye la productividad, el autoestima y la tranquilidad. Por ende, con el objetivo de salvaguardar tu salud mental y tus relaciones sociales, recomendamos identificar el patrón de comportamiento de este tipo de personas y limitar tu interacción con ellas.