Por qué visitar Chaouen

Si piensas en Marruecos, es normal que, de súbito, tu mente te transporte a Marrakech. A pesar de que no es la capital, sí es el destino turístico del país por excelencia. Los laberínticos bazares o la siempre bulliciosa plaza Jemaa el Fna son algunos de los rincones con los que todos hemos fantaseado alguna vez.

Sin embargo, aunque Marruecos esté en el top de destinos para los españoles, lo cierto es que sigue siendo bastante desconocido para la mayoría. En esta ocasión, vamos a hablar de uno de sus tesoros por descubrir y que deberías visitar: Chaouen. Si este pueblecito fuera un color, ¿sabes cuál sería?

Dónde está Chaouen

Chaouen o Chefchaouen está ubicado al norte de Marruecos, a unos 100 km de Tánger. Esta ciudad de alrededor de 40.000 habitantes se sitúa al abrigo de las emblemáticas montañas del Rif. Un puñado de calles y casas de un color azul intenso, así, tratan de abrirse paso en esta cordillera. Y parece conseguirlo pese a ser un pequeño punto en un mapa que, de hecho, no se aprecia a simple vista.

Es preciso hacer zoom varias veces para identificar el lugar exacto donde se extiende Chaouen, un pueblo que parece sacado de un sueño. Y no es un decir, no.

Por qué Chaouen es tan especial

¿Qué tiene este rinconcito alejado de la mano de Dios para que, de repente, todos deseen visitar Chaouen?

En primer lugar, Chaouen se presenta como un destino poco terrenal. Si es común observar en Marruecos otro ritmo de vida, aquí esta sensación se acentúa. No tardarás mucho en escuchar aquello de “la prisa mata”. Y es que los españoles y los turistas en general, tan acostumbrados a no perder el tiempo, no se dan cuenta de que, en ocasiones, es preciso echar el freno. La buena noticia es que Chaouen es un excelente lugar para hacerlo.

La ciudad marroquí es dueña de una belleza fascinante. Es suficiente con poner un pie en la Medina para sentirse en el cielo. Caminas y ves la primera calle pintada de azul y también las primeras casas, pero continúas y, de repente, estás envuelto en un ambiente azulado que parece no tener fin.

Asume que el primer día de tu estancia en Chaouen será todo asombro. Es un destino muy especial, así que es normal que cada rincón te sorprenda y quieras tomar mil fotos aquí y allá. Deberás esperar al segundo día para, más calmado, apreciar el resto de detalles que van más allá de su color azul y su arquitectura.

Lo mejor de esta urbe marroquí es que no necesitas llevar una lista de atractivos turísticos. Lo cierto es que toda ella resulta atractiva, así que no tienes más que tomarte la visita a Chaouen con calma y disfrutar de lo que tienes ante tus ojos.

En este pueblito azul, como en el resto de localidades de Marruecos, es un must pasear por su zoco y deambular sin rumbo entre puestos de lámparas, bisutería y otras tantas artesanías. Te maravillarás de la autenticidad que destila cada esquina, con los locales ataviados con chilabas con capucha que contrastan con el azul del ambiente.

Si algo abunda en Chefchaouen, además de chilabas, son los gatos, que aprovechan cualquier resquicio de sombra para descansar.

No importa qué dirección tomes, pues, con casi total seguridad, tarde o temprano acabarás llegando a la emblemática Plaza El Hauta. La reconocerás enseguida al atisbar una coqueta fuente en medio y una formidable vista de las montañas del Rif. Si te apetece, puedes acercarte a Ras El Maa, donde observarás cómo las gentes del lugar se afanan lavando ropa.Chaouen destino turístico para visitar

Un pueblo andaluz

La ciudad de Chaouen se fundó en el siglo XV. De acuerdo con la tradición, la idea era que se pareciera a Vejer de la Frontera, pueblo blanco gaditano y uno de los más bellos de Andalucía. Es más, las macetas floridas por doquier te harán sentir en una población andaluza.

Durante siglos, se consideró territorio sagrado, de ahí que estuviese vetada la entrada a aquellos que no profesaran el Islam. Sus casas siempre estuvieron pintadas de blanco y no de azul. Son varias las teorías que giran en torno al verdadero motivo de que se convirtiera en un “pueblo pitufo”. Para unos, la auténtica razón fue para ahuyentar a los mosquitos, mientras que también se comenta que, en un principio, unas pocas casas empezaron a pintarse de azul para destacar entre los turistas y, finalmente, todas se unieron a esta tendencia.

Sea como fuere, la Perla Azul de Marruecos te va a conquistar.