La Tierra nos proporciona todo lo que necesitamos para vivir: agua, aire y un suelo que cultivar para producir alimentos. Y nosotros, ¿qué le damos a cambio? No es que no le entreguemos nada sino que lo que aportamos es nocivo. ¿Conoces la repercusión que tienen tus acciones cotidianas en el medioambiente? ¿Te has planteado alguna vez qué puedes hacer tú por la Tierra?
Es nuestra responsabilidad actuar contra el cambio climático que sufre el planeta, sólo así podremos colaborar con la recuperación del mismo. Por ello, aquí te señalamos algunas claves que te mostrarán qué puedes hacer tú por la Tierra.
Consume productos de proximidad
Consumir productos de proximidad se refiere a comprar productos de kilómetro cero. Es decir, que hayan sido producidos cerca de tu hogar, en el huerto de tu vecino o en la cooperativa que forman en el barrio donde vives. De esta forma también estarás favoreciendo la economía local.
No tiene sentido consumir fruta, que viene de la otra punta del mundo, pues ese alimento habrá recorrido miles de kilómetros realizando un consumo de energía innecesario y por tanto provocando un impacto en el medioambiente evitable.
Asegúrate también que los productos que vas a consumir han sido producido bajo parámetros sostenibles con el medioambiente y en cuyo proceso se hayan respetado los derechos de las personas que cultivan.
Otra alternativa es la creación de tu propio huerto ecológico. No hace falta disponer de una gran extensión de tierra para plantar tus hortalizas. Podrás plantar tus semillas en tu terraza o azotea y así podrás ajustar tu producción a tus necesidades, cultivando en todo momento sólo aquello que vayas a consumir.
Utiliza productos de limpieza ecológicos
Nos ponemos a limpiar la casa y cuando nos damos cuenta estamos utilizando una infinidad de productos cada uno para una superficie diferente y fabricados a base de químicos y con un gran impacto ambiental.
Existen alternativas a los limpiadores convencionales que cualquier persona en su casa puede elaborar sin complicaciones.
Por ejemplo, tenemos el vinagre, el bicarbonato o incluso el limón que nos pueden ayudar a mantener nuestro hogar limpio y libre de tóxicos.
Pon en práctica la lógica de las tres “R”
Reduce, reutiliza y recicla. Es importante que seamos conscientes del consumo descontrolado que se realiza ya sea de productos o de energía.
Antes de tirar algo a la basura piensa si puedes darle una segunda oportunidad reutilizándolo y alargar así su vida útil.
Y recicla, la mayoría de residuos pueden ser transformados en nuevos elementos o utilizados como materia prima para crear nuevos objetos.
Utiliza envases eco-friendly
La mayoría de productos se presentan con emboltoríos de plásticos que en su mayoría acaban en los océanos.
Por ejemplo, cuando vamos a comprar frutas o verduras tenemos la mala costumbre de coger una bolsa para cada cosa lo que supone un derroche de plástico que se puede evitar.
Así que utiliza bolsas de tela para hacer la compra o, al menos, evita utilizar una bolsa de plástico para cada alimento.
Muévete en transporte público
Aunque cada vez estamos más concienciados con la contaminación que supone usar los vehículos para movernos en la ciudad aún no cuesta elegir otras opciones más sostenibles y menos contaminantes.
Para esas personas que les encanta la conducción y que prefieren desplazarse en coche o moto ha surgido una nueva alternativa, el carsharing o motosharing.
Ambas prácticas consisten en el alquiler de coches o motos eléctricos por cortos períodos de tiempo y suponen una alternativa de movilidad sostenible.
Estas son sólo algunas de las opciones que puedes empezar a incluir en tu rutina diaria y que velarán por el mantenimiento y respeto del entorno.
Pega este post en tu nevera y léelo cuando tengas dudas sobre qué puedes hacer tú por la Tierra. Como ves, son diversas las acciones que podemos llevar a cabo para salvar el planeta.