Muchas personas conocen los efectos de la ansiedad en la salud mental. Preocupación intensa, miedos excesivos, y un nerviosismo que impide pensar con claridad son algunos de los más conocidos.
Sin embargo, menos personas conocen los efectos de este trastorno en la salud física. Quienes lo padecen pueden sentir problemas digestivos, desórdenes en el sistema cardiovascular y respiratorio, e incluso un desajuste en la función del sistema urinario.
La importancia de reconocer las consecuencias de la ansiedad en la salud general te ayudará tanto a identificarla a tiempo, como a evitar sus efectos más perjudiciales.
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Qué es la ansiedad
La ansiedad es un trastorno que se desencadena al mantenerse en un periodo prolongado de preocupación excesiva. Se caracteriza por un miedo, angustia e intranquilidad injustificados o bien, demasiado grandes en comparación con el objeto o evento que los origina.
Algunas personas no son capaces de identificar con certeza qué los hace sentir de esa manera, pero aún así no pueden evitar estar ansiosos. Esto ocurre cuando se ha padecido de ansiedad por tanto tiempo que cualquier evento aparentemente inofensivo, la desencadena.
Vale destacar que cualquier persona puede sentir ansiedad en un determinado momento como antes de una reunión o presentación importante. El problema radica en que cuando esos sentimientos se experimentan a diario, interfieren con la capacidad de razonamiento y la vida cotidiana de las personas.
Esa ansiedad persistente se considera uno de los problemas de salud mental más comunes en el mundo.
Tipos de ansiedad
A pesar de que el sentimiento de estar ansioso es siempre el mismo, los tipos de ansiedad se diferencian por su origen o la forma en la que se desarrollan. Los principales son:
- Trastorno de ansiedad generalizada: se caracteriza por un sentimiento de ansiedad excesiva sin motivo aparente y suele durar 6 meses o más.
- Ansiedad por separación: se presenta por el miedo a alejarse de casa o de la familia.
- Ansiedad social: se percibe por miedo a ser humillado frente a otras personas, por temor a pasar vergüenza en público y por rechazo al juicio de terceros.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo: esta ansiedad viene dada por pensamientos recurrentes que generan acciones específicas en el comportamiento de la persona.
- Trastorno de Estrés Postraumático: es una tipo de ansiedad severa que se produce después de vivir eventos traumáticos.
Síntomas de la ansiedad
Las personas con ansiedad experimentan síntomas psicológicos y físicos que atentan contra su desempeño normal en todos los aspectos de su vida. Algunos de los más comunes son:
Síntomas psicológicos
- Intranquilidad
- Tensión
- Nerviosismo
- Dificultad para concentrarse
- Problemas para dormir
En casos más graves, las personas experimentan ataques de pánico con sensación de estarse asfixiando o ahogando. También hay quienes tienen pensamientos obsesivos o desarrollan conductas compulsivas con el objetivo de reducir la ansiedad causada por sus pensamientos.
Síntomas físicos
- Frecuencia cardíaca rápida
- Respiración agitada
- Fatiga
- Debilidad
- Transpiración excesiva
- Mareos y náuseas
- Problemas digestivos
- Dolor de pecho
- Sentir mucho frío o calor
- Aturdimiento
Efectos de la ansiedad en el cuerpo
A mediano y largo plazo, la ansiedad puede tener un efecto significativo en el cuerpo. De hecho, si no se controla a tiempo aumenta el riesgo de desarrollar afecciones físicas crónicas.
La principal razón es que la ansiedad se genera en la amígdala, una región del cerebro en la que se procesan las emociones y se gestionan las respuestas emocionales. Cuando alguien se estresa, se asusta o se pone ansioso, se envían impulsos nerviosos a todo el cuerpo que comunican que debe prepararse para huir o luchar.
Estas señales se acompañan con la liberación de adrenalina y cortisol, conocidas como las hormonas del estrés. Es normal que estos ocurra cuando alguien se enfrenta a verdaderas situaciones de peligro. El problema está cuando se disparan estas respuestas ante cualquier situación.
Algunas de las formas en las que la ansiedad afecta el cuerpo son:
Cambios respiratorios
Cuando se presenta un ataque de ansiedad, la respiración puede volverse más rápida y agitada. Esto se conoce como hiperventilación. Básicamente, consiste en que los pulmones absorben más oxígeno y lo transportan a la sangre más rápido.
No obstante, también hace que las personas sientan como si se estuviesen ahogando o tuviesen dificultad para respirar. Por eso, suele acompañarse de sensación de mareo, aturdimiento, debilidad y desmayo.
Alteraciones del sistema cardiovascular
Otra de las consecuencias de la ansiedad es que acelera la frecuencia cardíaca y la circulación de la sangre. Para que esto ocurra, los vasos sanguíneos se estrechan y se eleva la temperatura corporal, lo que genera sofocos y sudoración excesiva.
A largo plazo, la ansiedad puede afectar la salud del corazón aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Deficiencias en el sistema inmunológico
Las personas con ansiedad crónica tienen más posibilidades de enfermarse de gripa, resfriado común y otras infecciones. Esto se debe a la liberación prolongada de cortisol, la hormona del estrés.
Uno de sus efectos es que debilita el sistema inmunológico disminuyendo su capacidad de respuesta y apagando su funcionamiento normal. Como consecuencia, se está más propenso a enfermedades.
Cambios en la función digestiva
Otro de los efectos de la liberación prolongada de cortisol es el deterioro de la función digestiva. Como mencionamos anteriormente, esta hormona prepara al cuerpo para afrontar situaciones peligrosas. Para ello, bloquea todos los procesos del cuerpo que se consideran no esenciales. Uno de ellos es la digestión.
Además, la adrenalina, que también se libera en momentos de ansiedad, relaja los músculos del estómago y reduce el flujo sanguíneo. Es por eso que las personas ansiosas experimentan náuseas, diarrea y pérdida del apetito.
Incluso se ha relacionado el trastorno de ansiedad y la depresión con el Síndrome de Intestino Irritable y otras enfermedades del sistema digestivo.
Afecciones en el sistema urinario
La ansiedad, al igual que el estrés, puede aumentar la necesidad de orinar. Se cree que esto tiene un origen evolutivo, ya que es más fácil huir con la vejiga vacía. Sin embargo, aún no está claro por qué sucede.
Como entenderás, la ansiedad no solo tiene las repercusiones mentales que todos conocen. También puede afectar físicamente al cuerpo y de manera grave.