Generalmente, una mujer sospecha que está embarazada cuando la llegada del periodo se retrasa. Para descartar o confirmar la noticia, lo mejor es realizarse una prueba de embarazo.
Sin embargo, para ese momento, ya han pasado entre dos y cuatro semanas desde la concepción. Y lo más probable es que tu cuerpo te haya enviado algunas señales sutiles como primeros síntomas de embarazo.
Estos síntomas suelen confundirse con los malestares premenstruales y por ello, muchas mujeres no les prestan atención. Incluso, comienzan a presentarse desde la primera semana de gestación, por lo que solo hay que agudizar los sentidos para detectarlos.
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Síntomas de embarazo antes de la regla
Los síntomas de embarazo van mucho más allá de la falta de la menstruación o las náuseas matutinas. También se presentan otras evidencias, como el aumento en la sensibilidad de los senos y en la salivación. A continuación, te explicaremos a detalle de qué se trata cada una:
Sensibilidad en los senos
Los senos suelen ser el área que presenta más cambios cuando se está en la dulce espera. En primer lugar, se presenta una sensibilidad extrema, incluso mayor a la que se tiene previo al periodo menstrual. A su vez, las glándulas mamarias se inflaman un poco, por lo que su tamaño incrementa levemente.
En segundo lugar, los pezones se oscurecen un poco y en la aréola, aparecen diminutos bultitos como en forma de espinillas. Estos no son más que los tubérculos de Montgomery, glándulas que se preparan para la lactancia.
Estos síntomas de embarazo se confunden fácilmente con los síntomas premenstruales. Por ello, pasan desapercibidos.
Incremento de la temperatura
Durante los días de la menstruación, el cuerpo experimenta una elevación en la temperatura de entre 36,6 y 36,8°C. De igual modo; los días fértiles, que se presentan 14 días después del inicio del periodo, generan el mismo incremento de la temperatura durante tres días.
En estos tres días, la temperatura puede llegar hasta los 37°C. Si esta temperatura se mantiene por más de tres días, es un signo de que estás embarazada.
Aumento de flujo vaginal
Durante el periodo de ovulación el cuerpo de la mujer comienza a generar mayor cantidad de flujo o moco vaginal. El incremento del flujo vaginal es uno de los primeros síntomas de embarazo por excelencia.
Además de ser más abundante, este flujo vaginal se caracteriza por su color blanquecino o amarillento. Sin embargo, al igual que los cambios observados en los senos, este síntoma también se confunde con los que anteceden el periodo.
Más ganas de orinar
Estar embarazada implica diversos cambios en el organismo, y uno de ellos es el aumento de líquidos generado por alteraciones hormonales. Esto hace que la mujer necesite orinar con más frecuencia de la usual.
Este síntoma aparece desde el inicio del embarazo y se mantiene con su avance. Especialmente, porque el crecimiento del útero comprime la vejiga y disminuye su capacidad de retención.
Sueño y cansancio
El sueño y cansancio es habitual durante las primeras semanas de gestación. El cuerpo de la mujer se prepara para alojar y alimentar a un nuevo ser, y esto hace que:
- La temperatura corporal aumente
- La tensión arterial baje
- El ritmo cardíaco se acelere
La combinación de estos tres factores crea el escenario perfecto para sentir mayor cansancio y desánimo. Por ello, en las primeras tres semanas de embarazo, es común sentir más ganas de dormir.
Vómitos y náuseas
Los vómitos y las náuseas matutinas son los síntomas de embarazo más conocidos. Se deben a cambios hormonales que producen alteraciones digestivas y suelen aparecer a partir de la tercera semana de gestación.
Un 85% de las embarazadas experimentan estos síntomas, de modo que si los sientes, es muy probable que estés en estado.
Sensibilidad ante olores y sabores
Las alteraciones hormonales producen unos de los primeros síntomas del embarazo más notables: el desagrado hacia ciertos olores y sabores. Durante las primeras semanas de gestación, es posible percibir aromas que antes pasaban desapercibidos. E incluso, algunos sabores pueden provocar náuseas.
Esto se debe a que el gusto y el olfato se agudizan y por ello, la percepción es tanta que llega a incomodar.
Aumento en la salivación
Este síntoma de embarazo se relaciona con los vómitos y náuseas, por lo que suelen presentarse juntos. Es uno de los más molestos, ya que la mujer siente la necesidad de escupir el exceso de saliva con frecuencia.
Aproximadamente un 70% de las mujeres lo padecen. Además, puede aparecer desde la primera semana de gestación, pero no se prolonga por más de tres meses.
Sabor metálico en la boca
Uno de los síntomas de embarazo más desagradables es el sabor metálico en la boca. Tiene su origen en el descontrol hormonal y en los cambios generados en el sentido del gusto, puesto que los sabores se perciben diferentes y más pronunciados que antes.
Este síntoma puede ayudarte a detectar el embarazo antes de la falta de la menstruación debido a que se presenta desde la segunda semana de gestación. Y en muchos casos, el sabor metálico aparece incluso sin haber comido nada.
Cambios de humor
El desbalance hormonal también afecta el estado de ánimo y el humor. Por esta razón, las mujeres embarazadas pueden pasar de la alegría a la tristeza en pocos minutos. También es común que se sientan más sensibles de lo normal y lloren con facilidad cada vez que se conmueven.
Este es uno de los síntomas del embarazo más tempranos, dado que se nota desde la primera semana de gestación. También es uno de los más persistentes, sobre todo, porque permanece hasta el nacimiento del bebé.
Como puedes ver, el cuerpo envía varias señales que anuncian la gestación desde las primeras semanas. Por lo tanto, no es necesario esperar la falta del periodo menstrual para tener sospechas.