Alrededor del sexto mes de vida empieza a asomar el primer diente en la boca de nuestro bebé, algunas veces antes. Es una etapa que dura unos 16 meses durante los cuales van saliendo todos los dientes de leche, y en torno a los 2 años se completa la dentadura con las muelas de leche.
Aunque, según los expertos, la dentición del bebé no duele, algunos niños parecen estar más irritables que otros, sobre todo con la aparición de los primeros dientes.
Llega ese momento en el que el bebé quiere morderlo todo, ya que, al mismo tiempo que quiere explorar con la boca, le puede estar apareciendo los dientes. Y entonces aparecen nuestras dudas: ¿es suficiente el chupete o hay que ofrecerle un mordedor?
¿Exploración o dentición?
Explorar los objetos llevándolos a la boca constituye una de las etapas de desarrollo temprano del bebé que favorece procesos de verbalización, masticación y dentición. Se trata de la primera fuente de aprendizaje a través de la cual los niños reconocen texturas, temperaturas y formas.
Cuando el niño usa chupete, el inicio de la dentición puede pasar desapercibida, lo cual no tiene nada de malo. Sin embargo, aún así pueden presentarse estos síntomas:
- Se quita el chupete y mete las manos dentro de la boca (especialmente los puños)
- Coje cualquier objeto a su alcance y lo muerde con fruición, o da vuelta el chupete y muerde la argolla.
- Babea mucho más de lo usual y empapa baberos o su propia ropa.
- Cuando está dormido, se despierta más a menudo.
- Aunque le hayamos dado de comer, cambiado el pañal o bañado, se muestra inquieto y lloroso.
- Las encías de su boca están de un color más rojizo que lo habitual.
La etapa de exploración coincidirá de forma intermitente con la de dentición. Por lo tanto, manteniendo una higiene adecuada, hay que permitir al niño explorar objetos con la boca sin que estos sean masticados o saboreados si pueden generar un peligro.
Utilizar el chupete a modo de tapón para impedir que el niño explore con la boca puede suponer un factor de retraso para la adquisición del lenguaje verbal.
¿Son confiables los mordedores?
De un tiempo a esta parte han proliferado distintos tipos de mordedores para bebés, a modo de sustituto de los objetos que, indiscriminadamente, el niño pueda meter en la boca.
Sin embargo, se han disparado algunas alarmas debido a que la mayoría de estos productos están fabricados con componentes prohibidos en muchos países por ser disruptores endocrinos (alteran las hormonas del cuerpo). Por ejemplo, el Bisfenol-A, Bisfenol-F y el Bisfenol-S que se encuentran bajo sospecha, siendo aún objeto de estudios.
Por tal motivo, antes de comprar un mordedor para el bebé, deberíamos tener en cuenta lo siguiente:
- Que esté fabricado con materiales naturales e hipoalergénicos como la silicona y el caucho natural.
- Evitar los modelos que esté rellenos de cualquier líquido o gel.
- Evitar los mordedores con pilas o cualquier otro componente eléctrico o electrónico.
- Verificar que todas sus piezas sean lo suficientemente grande para que no puedan ser tragadas o introducidas por completo en la boca del bebé.
- Verificar que los bordes sean redondeados y que no tenga cantos afilados.
¿Son útiles los mordedores?
Existen posiciones encontradas al respecto. Algunos pediatras dicen que ofrecer a los niños a los que les están saliendo los dientes los mordedores para aliviar el dolor no tiene mucho sentido, pues todos evitamos el contacto con zonas dolorosas, así que si la encía está inflamada y duele, presionar sobre ella con los mordedores no aliviaría el dolor.
En una posición intermedia se encuentran aquellos que están a favor de mordedores “naturales”, como alimentos duros y fríos (manzana, zanahoria) o gasas frías.
Y por último, quienes sí están a favor de los mordedores artificiales pero seguros afirman que favorece el desarrollo físico y la evolución de estímulos sensoriales como la vista, el oído y el tacto.