Visitar Kazajistan

Es posible que la primera y última vez que escuchases hablar de Kazajistán fuese en la película ‘Borat’, cuyo protagonista es un reportero kazajo bastante excéntrico que decide marcharse a Estados Unidos. La impresión que deja de Kazajistán es la de un país que más parece un territorio comanche. Esta imagen, a priori, no anima mucho a visitar este rincón de Asia Central. No obstante, la cosa quizás cambie al conocer varias curiosidades sobre el país asiático. He aquí 10 cosas que no sabías sobre Kazajistán.

1. Kazajistán es el noveno país más grande del mundo

Con una extensión de casi 3 millones de km2, Kazajistán se alza como el 9º país de mayor tamaño del mundo. Por delante, se hallan gigantes como Rusia, Canadá, Estados Unidos, China o Brasil. En cuanto a población, la realidad es que no lidera ningún ranking, ya que esta enorme extensión de tierra está habitada por apenas 18 millones de personas. No en vano, el paisaje dominante en Kazajistán es la estepa, caracterizada por sus arduas condiciones climatológicas.

2. Su capital, Nursultán, es la segunda más fría del mundo

Otro ranking en el que el país kazajo se encuentra en los primeros puestos tiene que ver con la temperatura. Situada al noreste del país, Nursultán es la segunda capital más fría del mundo. Los inviernos en esta ciudad son duros, tal y como muestra el termómetro. El mercurio puede caer hasta -35ºC en los días más gélidos. Si te estás preguntando por la capital más fría del mundo, no hace falta irse muy lejos: Ulán Bator, en Mongolia, con temperaturas de hasta -40ºC.

Ciudad de hoteles y rascacielos
Torre Bayterek

3. Nursultán es una ciudad futurista que, hasta el pasado verano, se llamaba Astaná

Si has visto ‘Borat’, lo último que te imaginas es que la capital kazaja sea una ciudad de estética futurista. Y es que el centro de Nursultán está experimentando una remodelación espectacular, como así atestiguan sus decenas de rascacielos, hoteles de lujo y, sobre todo, la Torre Bayterek, el símbolo indiscutible de la ciudad. Como curiosidad, hasta hace solo unos meses, la capital se llamaba Astaná, pero se decidió cambiar su nombre en honor al entonces presidente, que estuvo en el poder desde la independencia de Kazajistán de la Unión Soviética hasta 2019.

4. El idioma oficial es el kazajo, pero el más usado es el ruso

Kazajistán estuvo bajo el yugo de la Unión Soviética desde los años 20 hasta que alcanzó su independencia, en 1991. Como en el resto de países que pertenecieron a la URSS, el idioma ruso era el predominante. Sin embargo, con el paso del tiempo, en la mayoría de ellos el idioma nacional ha ido imponiéndose al ruso, no así en Kazajistán. Es más, muchos habitantes confiesan no poder hablar kazajo con soltura.

5. Alberga dos de los lagos más grandes del mundo

Kazajistán está bañado por el Mar Caspio, considerado el lago de agua salada más grande del mundo. Se trata de un mar cerrado que comparte con otros países como Turkmenistán, Irán o Azerbaiyán. Pero, además, en territorio kazajo se halla el Mar de Aral, una masa de agua que tristemente ha protagonizado uno de los mayores desastres naturales del siglo XX. Compartido con el vecino Uzbekistán, antes de la década de los 60 tenía una extensión de más de 66.000 km2, pero, debido a la desviación de los dos principales ríos que se encargaban de alimentarlo, a partir de entonces comenzó a secarse. Hoy en día, no es ni la décima parte de lo que fue.

6. Kazajistán es el mayor productor de uranio del mundo

El país kazajo lidera el ranking en cuanto a producción de uranio mundial y, además, es el segundo que más reservas tiene de este elemento a menudo vinculado a la creación de las bombas nucleares. Como resultado de las detonaciones de armas nucleares durante la Guerra Fría, se formó el denominado Lago Chagan, cuyas aguas continúan siendo radiactivas y, por ende, el baño es peligroso.

Yurta vivienda nómada
Yurta, vivienda tradicional nómada

7. Hasta el siglo XIX eran nómadas

Kazajistán está estrechamente ligado a la vida nómada. Es más, los kazajos están considerados el primer pueblo que consiguió domesticar a los caballos. La vivienda tradicional nómada es la yurta, una especie de tienda cuya estructura es de madera y está revestida con pieles. Aún es posible ver (y dormir) yurtas salpicando los paisajes kazajos.

Leche de Yegua y leche de camella
Kumis o leche de yegua y camella

8. La leche de yegua y camella son muy codiciadas

Si en España el vino es el oro líquido, en Kazajistán es la leche de yegua. Denominada kumis, es muy valorada por sus propiedades para la salud, a pesar de que su sabor es intenso, agrio y en absoluto agradable. Un poco “mejor” sabe la leche de camella. Ambas leches pueden comprarse fácilmente en cualquier supermercado.

9. En Kazajistán se halla la base espacial más grande del mundo

El cosmódromo de Baikonur, ubicado al sur de Kazajistán, está considerado el más grande del mundo. Además, fue en él donde se lanzó el primer satélite al espacio, el Sputnik 1, durante la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética y Estados Unidos estaban inmersos en la Carrera Espacial. A pesar de que el cosmódromo de Baikonur se localiza geográficamente en Kazajistán, es territorio ruso.

Cañon de Charyn
Cañón de Charyn “hermano pequeño del Gran Cañón”

10. Acoge el “hermano pequeño del Gran Cañón”

Al sureste de Kazajistán, muy próximo a la ciudad de Almaty, se ubica el que se ha denominado “hermano pequeño del Gran Cañón”. Sus dimensiones poco o nada tienen que ver con el coloso estadounidense, pero la realidad es que el Cañón de Charyn es igual de sorprendente. Con una extensión de 150 km y una profundidad que llega hasta los 300 m, cobija rincones tan increíbles como el Valle de los Castillos, un sendero de 2 km para caminar entre espléndidas formaciones rocosas que te harán sentirte en el corazón del estado de Utah.