El senderismo es una de las actividades más gratificantes que hacer al aire libre. No solo es apto para todas las edades y condición física (dependiendo, claro está, de la dificultad de la ruta), sino que es uno de los deportes más entretenidos para hacer en compañía. Así, ocio y ejercicio van de la mano.
Eso sí, recuerda que el hiking (su equivalente en inglés) requiere de cierta preparación si lo que quieres es aprovechar al máximo la jornada. Si las rutas de senderismo están empezando a llamar tu atención, conoce cómo prepararte.
Hay profesionales que aseguran que cualquier ruta comienza en nuestra propia casa. Esto quiere decir que deberás dedicar un poco de tiempo a informarte de aspectos como el camino que vas a recorrer, la climatología y, por supuesto, el tiempo que destinarás a la ruta.
Escoge una ruta apropiada para ti
Ser un entusiasta del turismo rural no es suficiente para echarse al monte sin un poco de preparación previa. Lo primero es hacer un análisis de nosotros mismos en aras de seleccionar las rutas de senderismo adecuadas. En función de su dificultad, hay que hablar de tres niveles: básico, medio y alto.
Ir de senderismo no es una competición y se hace para pasarlo bien, así que conviene ser bastante exhaustivos en este punto. Si llevas una vida muy sedentaria y no estás habituado al deporte, sería un error empezar por el nivel alto. Por el contrario, si realizas senderismo con asiduidad, pero te gusta tomártelo con tranquilidad, una ruta nivel medio podría ser la óptima para ti.
En el momento de elegir una ruta, también debes tener en cuenta una última clasificación: GR (rutas de gran recorrido, es decir, más de 50 kilómetros) y PR (pequeño recorrido, esto es, menos de 50 kilómetros). Para identificarlas, las primeras se acompañan de los colores blanco y rojo, mientras que reconocerás a las segundas por los colores blanco y amarillo. Ya que las rutas GR son bastante largas, han sido diseñadas para caminatas que se prolonguen más de dos jornadas.
Valora el clima y el tiempo que tardarás en completar la ruta
Una vez que has decidido una ruta adecuada a tu condición física, es hora de echar un vistazo a la previsión meteorológica. Si todo indica que habrá lluvias, lo mejor es dejar la ruta para otro día. No es lo mismo hacer senderismo con unos pocos chubascos en ciertos tramos que realizar la ruta entera bajo un chaparrón. Acabarás empapado y con un resfriado al acecho.
Muy importante es que decidas la hora de salida y calcules lo que te llevará completar la ruta. Dependerá de los descansos y otros factores, pero con esta previsión en mente podrás caminar sin temor a que te caiga la noche encima antes de llegar a tu destino. Para que te hagas una idea, la media de un adulto está en 4 o 5 kilómetros por hora en llano. Añade, además, una hora más por cada 300 metros de desnivel.
Qué ropa necesitas para realizar senderismo
Si has elegido una ruta sencilla, la preparación física no es tan importante como puede ser la ropa para hacer senderismo. La comodidad es, en este sentido, el principal factor a considerar cuando tengas que escoger la vestimenta.
Una recomendación muy útil en este caso es apostar por el sistema de las capas de ropa. Es posible que al inicio de la ruta puedas sentir frío, bien porque sea invierno o bien porque sea muy temprano, pero que, unas horas después, sientas calor. Por eso, lo mejor es optar por una camiseta térmica o de manga corta si es verano, encima un polar fino y, como tercera capa, una prenda de tejido impermeable y más o menos gruesa en función de la estación del año.
En cuanto a los pantalones, lo ideal es que sean de secado rápido, elásticos y, a poder ser, con refuerzo en la zona de las rodillas y los glúteos. Es esencial que permitan la absoluta movilidad para poder caminar, realizar descensos y ascensos o escalada deportiva, de ser el caso.
En relación al calzado, lo más aconsejable es que sea especial para la práctica del senderismo. Esto quiere decir que se recomiendan unas zapatillas fabricadas en materiales resistentes y con suela adherente y antideslizante. Por supuesto, las zapatillas deben ser transpirables y, a ser posible, resistentes al agua. Las encontrarás de caña baja y alta. Estas últimas protegen más el tobillo.
Si es invierno, no olvides ponerte una braga térmica para el cuello, guantes y calcetines gruesos.
Artículos que no pueden faltar en tu mochila
La mochila de senderismo es la clave para aguantar toda la jornada. Sea invierno o verano, este artículo es de extrema importancia, pues ahí llevaremos la comida, la bebida y demás objetos que nos podrían hacer falta durante la ruta. Entonces, ¿qué llevar en esta mochila?
Mantenerse hidratado es fundamental para poder completar la ruta, por lo que, por lo menos, deberás llevar una botella de 2 litros de agua. Respecto a la comida, dependerá de tus gustos, pero estaría bien que echases también unos frutos secos, fruta o barritas energéticas, pues te ayudarán a mantener el ritmo.
Echa también unos calcetines de repuesto, protector solar (especialmente para el verano), gafas de sol y pañuelos de papel. Una navaja (por ejemplo, para trocear el pan en el almuerzo) tampoco viene mal.
Recuerda la importancia de repartir el peso en la mochila para evitar lesiones de espalda. Por este motivo, se aconseja escoger una que se sujete también a la cintura, de modo que los hombros no lleven todo el peso.
Beneficios de hacer senderismo
El senderismo es una actividad que aporta múltiples beneficios. Se trata de una práctica deportiva muy sencilla apropiada para personas de todas las edades. He aquí algunas de sus ventajas:
- Ayuda a ponerse en forma sin demasiado esfuerzo
- Combate el sedentarismo
- Estimula el sistema cardiovascular y mejora la capacidad pulmonar
- Fomenta el compañerismo, al realizarse en pareja, con amigos o con familia
- Reduce el colesterol
- Aumenta la autoestima y optimismo
- Mejora la calidad del sueño
- Da la oportunidad de respirar aire puro
- Permite disfrutar de la naturaleza y a adquirir conciencia medioambiental
- Incrementa la densidad ósea, por lo que evita la osteoporosis
Consejos para aprovechar al máximo la ruta
Ya sabes cuál es la preparación básica que requiere la práctica del senderismo. En plena ruta, ten en cuenta estos consejos básicos:
- Ve siempre en grupo y no dejes a nadie atrás.
- Mantente hidratado. Bebe con frecuencia, pero en pequeñas cantidades con el objetivo de que el agua te dure hasta el final.
- Imprime un plano topográfico de la zona. Te puede ayudar a orientarte en un momento de indecisión.
- Respeta la naturaleza, esto es, no hagas mucho ruido y, sobre todo, no tires ningún desperdicio al suelo. Deja todo como te lo encontraste.
- Echa mano de los bastones de senderismo, muy útiles cuando las fuerzas flaquean.
- Evita alimentos copiosos y de digestión pesada.
- No olvides preparar un pequeño botiquín que contenga analgésicos, antiinflamatorios, tiritas y vendas.
Ahora sí, ya no tienes excusa, busca un lugar bonito, equípate adecuadamente, si te apetece busca una buena compañía y ¡a disfrutar de la ruta!